Las personas que sufren dolores musculares pueden encontrar su gran aliado en los saquitos de semillas. Este producto, que cuenta con grandes propiedades analgésicas y relajantes, es natural y no tiene efectos secundarios. Si estás pensando en adquirirlo existen dos tipos de opciones: comprarlo en un comercio o elaborarlo en casa. Aunque ésta última puede parecer complicada, tan solo se necesita hilo, aguja, tela y una base de semillas, granos o cereales. Dichos materiales absorben el calor y el frío rápidamente y lo liberan de manera uniforme, permitiendo que la musculatura se relaje y el cuerpo mejore sus procesos inflamatorios.
Los saquitos de semillas sirven para aliviar calambres, insomnio, jaqueca, tortícolis o dolores reumáticos, entre otros. Dependiendo de la dolencia se pueden aplicar en calor calentándolo en el microondas o en frío, tras estar varias horas en el congelador. Los receptores del calor se activan al aplicarlo a 40 °C sobre el cuerpo. De esta forma, solo percibimos el calor y nos olvidamos de los dolores. En cuanto al frío también presenta beneficios. Bajar la fiebre o inflamaciones, tratamientos de belleza como las anti-bolsas en los ojos, curar heridas, tener tendinitis, migrañas o jaquecas, son algunos de ellos.
Otra de las ventajas de este producto es que es ligero, cómodo, fácil de transportar y si lo cuidas, puede durarte muchos años. También se recomienda no mojarlo, ni meterlo en la lavadora para alargar su utilidad. La manta eléctrica o la bolsa de agua caliente son elementos parecidos a los sacos térmicos pero tienen varias diferencias. La más destacada es que los saquitos son más seguros, ya que no hay peligro de quemarnos con el agua o de que se produzca un cortocircuito. También que son aptos para toda la familia al no contener ningún tipo de producto químico y no son un aparato eléctrico.