Por las mañanas, las rutinas son diversas en muchos casos. Desde la ducha fría o el café matutino. Apagar el despertador es una prueba de riesgos para muchos hasta que no cumplen con su primer café del día y es que se asocia al café como el principal activador del cuerpo por la mañana. Nada más lejos de la realidad. En todo caso, lo mejor para poner en marcha el organismo es beber un vaso de agua para mantener la hidratación.
De hecho, según la Organización Mundial se la Salud (OMS) es el vaso más importante del día ya que ayuda al cuerpo a activarse y mejora la función metabólica y digestiva. No en vano, es el primer trago de los 8 vasos que recomiendan los expertos que se debe tomar alguien teniendo en cuenta variables fisiológicas o la actividad física que se haga. Así, la OMS recomienda a que se beban entre dos y tres litros de agua al día.
Durante la noche, el cuerpo se deshidrata de manera parcial, por lo que es muy importante recuperar esa pérdida. «A lo largo del día, cuando sentimos sed es que el cuerpo se está empezando a deshidratar», comenta Josep Moragues, preparador físico de élite.
Por tanto, si de verdad se quiere seguir una dieta equilibrada y saludable, lo más aconsejable que comentan los expertos es que se empiece por mantener el cuerpo hidratado desde que se sale de la cama. Y en este caso, no tiene porque suponer que desaparezca el café de la dieta ya que puede ser un buen complemento para terminar de tener un despertar más completo. Además, hay que tener en cuenta que el café es una sustancia vasodilatadora, lo que dejará con menos reservas de agua al organismo y será importante beber un vaso de agua para contrarrestar el efecto.
Otro de los efectos positivos que tiene el agua es que es purificante para el organismo. De hecho, se eliminan toxinas y bacterias malas que impiden el funcionamiento correcto del organismo. Otro de los efectos que tiene a nivel de salud es que mantiene frescos a los huesos y las articulaciones que se someten a mucho desgaste a lo largo del día.