¿Tus toallas ya no son lo suaves que eran y no sabes qué hacer con ellas? Aunque las lavemos con esmero, siempre llega el momento de sustituir las toallas viejas por otras nuevas. Normalmente esto ocurre unos 3 años después de empezar a usarlas. Al igual que sucede con los muebles viejos, en lugar de deshacernos de estos textiles, podemos reciclarlas y darles una segunda vida. Solo necesitamos un poco de creatividad y maña. Aquí tienes dos trucos para sacarles provecho.
Zapatillas para el baño
¿Hay algo más original que hacer tus propias zapatillas customizadas? Además, salir de la ducha con un par de zapatillas de rizo es perfecto para secarse los pies. De este modo, evitas manchar el suelo o mojar los calcetines. Un 'win win'. Solo tienes que coger una toalla lo suficientemente grande para hacer tu propio par. Ayúdate de la suela de otras zapatillas que ya no uses para usarla como plantilla y recortar así las porciones de las toallas de la misma forma. Finalmente, fíjalos a la goma con un pegamento adecuado y deja que se sequen.
Guantes de cocina
Una solución para tu toalla vieja, en caso de que sea lo suficientemente gruesa, puede ser aprovecharla para hacer guantes de cocina. Lo más recomendable es usar tus propios guantes de cocina como referencia para ver cómo coser todas las partes. Dibuja su forma en un trozo de cartón; luego recorta partes de la toalla en función de la plantilla y deja unos milímetros más para la costura. Por último, solo tienes que coser las dos partes. Si no tienes suficiente maña con la aguja, es tan fácil como cortarlas en formato cuadrado y usarlas como simples agarraderas.
Una cama para mascotas
Si unes dos toallas viejas de dimensiones similares, rellenas su interior y coses su contorno, podrás conseguir una cama para tu perro o gato fácilmente. Y si no quieres gastar o lo tuyo es el reciclaje total, el relleno puede ser cualquier otro material u otra toalla vieja que cortes en pequeñas tiras.