El lavavajillas es uno de los electrodomésticos que más ha revolucionado la vida en la higiene de la cocina. Además de ayudar a lavar los platos es capaz de ahorrar agua en grandes cantidades y más en los tiempos que corren, es un elemento casi indispensable en muchos hogares. Sin embargo, mantener una limpieza del mismo es algo vital para su correcto funcionamiento. Hay muchas teorías para eliminar ese olor que se queda cuando lleva un tiempo sin limpiarse la rejilla o alguna de sus salidas a las tuberías.
A parte del vinagre blanco o el bicarbonato sódico, el zumo de limón crece como una de las maneras más eficientes para eliminar olores o los restos que se pueden quedar pegadas por el lavavajillas procedente de los platos. Al ser un ácido suave ayudará a eliminar los residuos de comida completamente. Con media taza de zumo de limón es suficiente para que actúe de manera útil sobre esos restos que generen mal olor.
En todo caso, para mantener una buena limpieza del lavavajillas se recomienda pasar por agua los platos para evitar que los restos de comida se integren dentro de los filtros ni en los rincones del lavavajillas. El limón será eficaz una como limpieza cada dos meses para eliminar ese olor que se impregna en las paredes y luego repercute en un lavado poco efectivo del mismo electrodoméstico.
Por ello, a pesar de que el limón tiene ácido suficiente para poder ayudar eliminar restos de suciedad, pero sin que sea especialmente gruesa por lo que se recomienda ese mantenimiento natural del electrodoméstico para que no se lleguen a acumular restos en zonas complicadas para el funcionamiento correcto del mismo.