La gran mayoría de los electrodomésticos de las casas son de color blanco, de cara a los últimos años muchos modelos ya se presentan en otros formatos como son: el gris, negro o metalizado, pero el blanco sigue siendo de los favoritos para amueblar la cocina debido a la sensación de luz y de amplitud que da. El 'pero' por así decirlo es que se ven más fácil las manchas y al cabo del tiempo se vuelven de un color amarillento, para evitar que esto ocurra vamos a explicar de que manera limpiarlos y que los electrodomésticos vuelvan a tener ese blanco brillante como el primer día con este truco casero.
Necesitamos:
- Agua caliente
- Esponja
- Cubo pequeño o cuenco
- Bicarbonato de sodio
- Lejía o cloro (que actúan como blanqueantes)
- Trapos de microfibra
Como limpiar:
1. Limpiar el electrodoméstico con un paño humedecido para quitar cualquier resto de suciedad o de grasa que haya, de esta manera ayudamos a que la mezcla que hagamos a continuación sea más efectiva.
2. Lo primero que debemos hacer es en el recipiente que tenemos mezclar el agua caliente con el bicarbonato y el blanqueante que queramos utilizar. Las medidas tienen que ser: cuatro tazas de agua por media taza de lejía o cloro y un cuarto de bicarbonato, hay que tener cuidado al hacer esta mezcla por el olor que desprende, así que es mejor si nos protegemos con una mascarilla.
3. Cuando ya tenemos la mezcla bien hecha cogemos la esponja y la vamos expandiendo por encima de la superficie que deseemos blanquear, los movimientos han de ser repetitivos y circulares y hay que dejar que haga su efecto durante unos 20 minutos.
4. Para finalizar retiraremos con un trapo limpio y humedecido los restos de la mezcla y lo iremos secando poco a poco con otra toalla de microfibra. Debemos ir insistiendo porque hay veces que no sale del todo la primera vez.
Consejos prácticos
Siempre hay que tener en cuenta por seguridad desconectar el aparato que vayamos a utilizar de la corriente. Para mantener el color blanco es importante hacer un mantenimiento superficial cada quince días, y trimestralmente más profunda, esto incluye tanto el exterior como el interior de los electrodomésticos, de esta manera se mantendrá limpio mucho más tiempo. El sol es el culpable en la mayoría de los casos de que los plásticos blancos se vayan poniendo amarillos con el tiempo, si es posible intentar colocarlos en sitios que no tenga luz directa.