Los pepinos, un básico en ensaladas y bocadillos, son mucho más que una refrescante hortaliza de verano. En la mira de nutricionistas y expertos en salud, estos vegetales crujientes están cargados de beneficios nutricionales y propiedades curativas. Están compuestos en un 95% por agua, lo que los convierte en una excelente opción para mantenerse hidratado, especialmente durante los meses más calurosos. Además, su bajo contenido calórico los convierte en un aperitivo perfecto para aquellos que buscan mantener un peso saludable.
Pero el agua y las pocas calorías no son las únicas características destacadas que tiene. El pepino es una fuente rica de vitamina K, esencial para la coagulación de la sangre y la salud de nuestros huesos. También contiene vitamina C, un potente antioxidante que protege nuestras células del daño de los radicales libres del sol y ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico.
También es una fuente de potasio, un mineral clave que contribuye al sistema cardiovascular al ayudar a regular la presión arterial. La presencia de fisetina, un flavonoide con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, hace del pepino un aliado para la salud del cerebro, incluso se está investigando en los últimos tiempos su posible papel en la protección contra el Alzheimer.
Por si todo esto fuera poco, su piel es rica en fibra dietética, que ayuda a promover la regularidad intestinal y puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como las enfermedades del corazón, la diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Podemos consumirlo en ensaladas, gazpachos, batidos, de acompañamiento con carne o pescado, en Internet se puede encontrar recetas de cualquier tipo y seguro que hay alguna que se adapta a nosotros.
Aparte de todos estos beneficios también ayuda a nuestro rostro ya que colocar dos rodajas frías encima de nuestros ojos durante 15 minutos y veremos que nos ayudará a desinflamar toda la zona ocular, reducir las bolsas y ojeras.