Todos los amantes de la gastronomía saben que una buena patata frita tiene dos características esenciales: debe ser crujiente por fuera y tierna por dentro. Sin embargo, conseguir ese equilibrio perfecto puede ser más complicado de lo que parece. Cada 20 de agosto se celebra el Día Mundial de las Patatas Fritas, por ese motivo, os dejamos algunos trucos que pueden ayudarnos a alcanzar la perfección al freírlas. Aquí te presentamos tres consejos clave para que tus patatas fritas sean la envidia de todos.
1. Adiós al exceso de almidón
La primera parada en nuestro viaje hacia la patata frita perfecta es eliminar el exceso de almidón. Esta sustancia, presente naturalmente en este tubérculo, puede evitar que se doren adecuadamente y que tengan esa textura crujiente que buscamos. ¿La solución? Hervir las patatas previamente. Sumérgelas en agua con sal y cocínalas durante unos diez minutos. Este paso no solo ayudará a reducir el almidón, sino que también iniciará el proceso de cocción de la patata, asegurando que el interior esté tierno y jugoso.
2. Doble fritura, doble placer
La técnica de la doble fritura es uno de los secretos mejor guardados de los expertos en patatas fritas. Consiste en freír las patatas dos veces, permitiendo que se enfríen entre cada cocción. La primera fritura, a una temperatura más baja, cocina la patata por dentro. Luego, al elevar la temperatura del aceite y realizar la segunda fritura, conseguimos esa corteza dorada y crujiente que las hace irresistibles.
3. La magia de la congelación
Puede que este truco te sorprenda, pero congelar las patatas antes de freírlas puede marcar una gran diferencia en la textura final. Al congelarlas, la estructura interna de la patata se rompe aún más, lo que da como resultado un interior más suave y cremoso una vez fritas. Después de hervirlas y antes de la primera fritura, coloca las patatas en el congelador durante al menos una hora. Este paso adicional puede parecer tedioso, pero los resultados valen la pena.
En resumen, hacer patatas fritas crujientes y deliciosas no es una misión imposible. Con un poco de paciencia y siguiendo estos trucos, podrás celebrar su día disfrutando de unas patatas que serán el complemento perfecto para cualquier comida. La próxima vez que sientas la tentación de esa crujiente delicia, no dudes en poner manos a la obra y prepararlas tú mismo. Después de todo, ¿qué puede ser más satisfactorio que disfrutar de unas patatas fritas perfectas hechas en casa? ¡Manos a la sartén y buen provecho!