Todas las personas en algún momento de nuestra vida hemos experimentado esa sensación de sorpresa y leve molestia al dar un apretón de manos y sentir una pequeña chispa o al tocar un objeto y recibir un inesperado calambre. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué sucede? Esa pequeña descarga eléctrica es un fenómeno conocido como electricidad estática. En este artículo, exploramos sus misterios y explicamos por qué, en algunas ocasiones, eres un generador de pequeñas descargas.
Todo se reduce a los átomos y las cargas eléctricas. Los átomos están compuestos por protones, neutrones y electrones. Mientras que los protones tienen una carga positiva y los neutrones no tienen carga, los electrones portan una carga negativa. Bajo ciertas circunstancias, estos electrones pueden transferirse de un objeto a otro, creando un desequilibrio eléctrico.
El contacto entre dos materiales diferentes puede causar la transferencia de electrones. Por ejemplo, cuando te deslizas en un asiento o caminas sobre una alfombra, los electrones pueden saltar de tus zapatos a la superficie que tocas, generando una acumulación de carga eléctrica en tu cuerpo. Al tocar otro objeto o persona, esa carga busca equilibrarse, produciendo el característico calambre o chispa.
Factores que aumentan la electricidad estática
El ambiente juega un papel crucial en la generación de electricidad estática. Los días secos y fríos son propicios para la acumulación de cargas, ya que la humedad del aire, que actúa como conductor, es escasa. Por ello, es común experimentar más descargas eléctricas durante el invierno o en zonas con climas secos.
Además, algunos materiales son más propensos a generar electricidad estática que otros. El caucho, por ejemplo, es un gran acumulador de cargas eléctricas, lo que explica por qué a menudo sentimos descargas al tocar el picaporte después de caminar sobre una alfombra. Ahora, cada vez que vuelvas a pasar por esta situación ya sabrás la razón de por qué a veces sientes un calambre al tocar a alguien o un objeto.