Aunque hayamos comprado el billete de avión, e incluso si aportamos toda la documentación necesaria, se pueden dar ciertas situaciones en las que ya en la puerta de embarque, a minutos del despegue, nos nieguen entrar al avión. A raíz del controvertido caso de la mujer a la que Vueling negó el embarque por llevar un escote demasiado pronunciado (cosa por la que la aerolínea ha tenido que pagar compensación al considerarse improcedente), hoy nos preguntamos e investigamos en qué casos nos pueden negar subir a un avión.
Según AESA, la Agencia Española de Seguridad Aérea, la denegación de embarque «consiste en la negativa a transportar al pasajero en un vuelo, pese a haberse presentado al embarque cumpliendo los requisitos, salvo que haya motivos razonables para dicha denegación, tales como razones de salud, seguridad o la presentación de documentos de viaje inadecuados». En concreto, estos son los seis escenarios más comunes que se pueden dar, así como la explicación del porqué pueden rechazarnos en el vuelo.
1. Por overbooking
La razón más frecuente por la que nos pueden denegar un embarque es porque el vuelo tiene overbooking, es decir, la compañía aérea ha vendido más billetes que asientos tiene el avión. En estos casos, la aerolínea debe elegir entre los pasajeros voluntarios que se quieran quedar en tierra. Si no los hay, aquellos seleccionados para quedarse tienen derecho a que se les proporcionen las siguientes prestaciones:
- Comida y bebida (normalmente dan vales para gastar en los locales del aeropuerto)
- Alojamiento en un hotel, si el pasajero tiene que pasar la noche. En ese caso también le tienen que poner a disposición transporte entre el alojamiento y el aeropuerto.
- Reembolso del billete en los siguientes siete días.
- Transporte alternativo al destino lo más rápido posible.
- Transporte alternativo en una fecha posterior y que convenga al afectado.
- Si la compañía no cumple con todo lo anterior y el afectado acaba comprando por su cuenta, este debe guardar el recibo y la tarjeta de embarque para pedir que la aerolínea abone a posteriori el importe de este nuevo billete.
- Compensación económica de entre 200 y 600 euros.
2. Pasajeros borrachos, drogados o conflictivos
Si un pasajero se presenta a la puerta de embarque visiblemente borracho o drogado y/o con actitud conflictiva, el capitán de la aeronave puede negarse a transportarlo, ya que presenta un peligro para el transcurso seguro del vuelo. En este caso, el afectado no tiene derecho a ninguna compensación.
3. Embarazadas de gestación avanzada
En embarazos comunes y sin complicaciones, las mujeres tienen prohibido volar a partir de la semana 36 de gestación. En casos de embarazos múltiples, se limita aún más, hasta la semana 32.
4. Viajar con mascotas sin cumplir los requisitos
Cada compañía aérea tiene su propia regulación en lo que a qué animales permite a bordo y bajo qué condiciones. Por lo general, perros y gatos pueden embarcar (según las características del animal, podrá hacerlo en cabina o, abajo, en bodega). Eso sí, para ello se deberá presentar la documentación del animal requerida, así como rellenar los formularios necesarios. De no cumplir con lo exigido se puede negar el embarque al pasajero.
5. No tener la documentación obligatoria
Casos muy comunes de denegación de embarque son aquellos en los que los pasajeros se presentan a la puerta de embarque sin el documento de identidad pertinente, o con uno cuyos datos no coincidan con los de la tarjeta de embarque. También es posible que se deniegue el embarque si el pasajero no cuenta con el visado necesario para entrar al país que viaja o con vacunas obligatorias.
6. Embarque cerrado
Este quizá sea el motivo más frecuente: llegar tarde a la puerta de embarque cuando este ya se ha cerrado. Aunque muchos pasajeros se enfadan porque aún ven el avión en la pista, cabe ser conscientes de que una vez cerrado el embarque, se cierran las puertas del avión y este ya está listo y solo a la espera de recibir el permiso y las órdenes de la torre de control para realizar las maniobras de despegue. Unos preparativos y protocolos que no se interrumpen ni rompen por el despiste de un pasajero.