Con la llegada del verano y las altas temperaturas, el riesgo de sufrir un golpe de calor aumenta considerablemente. Esta condición puede ser peligrosa y requiere una respuesta rápida y adecuada. A continuación, te ofrecemos una guía práctica basada en recomendaciones de expertos para saber cómo actuar si una persona cercana sufre un golpe de calor.
Reconociendo los síntomas
Un golpe de calor se produce cuando el cuerpo es incapaz de regular su temperatura debido a la exposición prolongada al calor. Los síntomas más comunes incluyen una temperatura corporal superior a 40°C, piel caliente y seca, confusión, mareos, dolor de cabeza, y en casos severos, pérdida de conciencia y convulsiones. Reconocer estos signos es crucial para actuar de inmediato.
Primeros auxilios
1. Trasladar a la persona a un lugar fresco: Lo primero que debes hacer es mover al afectado a un sitio fresco y sombreado. Si es posible, colócalo en un lugar con aire acondicionado.
2. Enfriar el cuerpo: Retira el exceso de ropa y utiliza paños húmedos o una esponja con agua fresca para enfriar el cuerpo. Si es posible, sumerge a la persona en agua fría.
3. Hidratar al afectado: Ofrece pequeños sorbos de agua fresca si la persona está consciente y puede beber. Evita darle bebidas azucaradas o alcohólicas, ya que pueden empeorar la situación.
4. Ventilación: Utiliza un ventilador o abanico para ayudar a bajar la temperatura corporal. La circulación de aire fresco es esencial para acelerar el enfriamiento.
5. Monitorear constantemente: Observa los síntomas y el estado de la persona. Si los síntomas no mejoran rápidamente, busca ayuda médica de emergencia inmediatamente.
Qué no hacer
Es fundamental evitar ciertos métodos que pueden ser perjudiciales:
- No usar medicamentos antifebriles: Estos no son efectivos contra el golpe de calor y pueden complicar la situación.
- No frotes la piel con alcohol: Esto puede causar intoxicación y empeorar el estado del afectado.
Prevención
Para evitar los golpes de calor, es recomendable mantenerse hidratado, usar ropa ligera y de colores claros, evitar la exposición prolongada al sol, y realizar actividades físicas intensas en las horas de menor calor. Además, es importante estar atento a las alertas meteorológicas y tomar precauciones adicionales durante las olas de calor.