Durante una ola de calor, la alimentación juega un papel crucial para mantener el bienestar. Algunos alimentos y bebidas pueden elevar la temperatura corporal o contribuir a la deshidratación, por lo que es recomendable evitarlos.
- Alimentos ricos en grasas: Las comidas grasas y copiosas, como la carne roja y los fritos, requieren una digestión lenta y aumentan la temperatura interna del cuerpo. Optar por platos ligeros y frescos, como ensaladas y frutas, es una mejor opción para estos días calurosos.
- Comidas picantes: Aunque los alimentos picantes pueden ser apetitosos, aumentan la sudoración y la temperatura corporal, lo que no es ideal durante una ola de calor. Es preferible optar por sabores suaves que no sobrecarguen el sistema digestivo.
- Bebidas alcohólicas y carbonatadas: El alcohol y las bebidas carbonatadas, como refrescos y cerveza, pueden dar una sensación temporal de frescura, pero en realidad, deshidratan el cuerpo. Además, el alcohol dilata los vasos sanguíneos, lo que aumenta la sensación de calor.
- Alimentos muy salados: La sal favorece la retención de líquidos y puede aumentar la sensación de pesadez y malestar. Durante una ola de calor, es mejor optar por comidas con bajo contenido de sodio.
- Productos lácteos y salsas con huevo: En temperaturas extremas, estos productos pueden volverse rápidamente un riesgo para la salud debido a la proliferación de bacterias. Es fundamental almacenarlos adecuadamente y consumirlos con precaución.