Las várices, que afectan a millones de personas, son venas dilatadas causadas por problemas de circulación. Aunque su desarrollo depende de factores como la genética, el sedentarismo y la alimentación, recientes estudios de la Universidad de Harvard destacan que ciertos alimentos ayudan a prevenirlas y reducir su impacto. Entre ellos, las nueces se consideran un «superalimento» debido a su alto contenido en ácidos grasos Omega-3 y antioxidantes, que fortalecen las paredes venosas y mejoran la circulación sanguínea.
Las nueces poseen efectos antiinflamatorios y antioxidantes que favorecen la salud cardiovascular y ayudan a disminuir la presión arterial. Los expertos recomiendan incluirlas en la dieta diaria para aprovechar estos beneficios, sobre todo en personas con predisposición a las várices. Al mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos, contribuyen a evitar la acumulación de sangre en las venas de las piernas, uno de los factores que generan várices y otras molestias.
Además de consumir nueces, los expertos recomiendan hábitos saludables como beber suficiente agua, evitar la ropa ajustada y practicar actividad física regularmente. Estas acciones ayudan a mejorar la circulación y complementar los beneficios de una dieta rica en nutrientes, con alimentos como frutas, verduras y, claro, nueces.