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¿Por qué comer marisco es bueno para ti y para el planeta?

Los bivalvos se han convertido en el nuevo alimento clave para una dieta saludable y sostenible

| Palma |

La alimentación saludable es una tendencia cada vez más habitual entre los consumidores, quienes buscan mejorar su bienestar. En los últimos años, ha cobrado fuerza el interés por incorporar alimentos que favorezcan la salud a largo plazo, lo que ha llevado a un auge en la popularidad de diversas dietas y estilos de vida. Dentro de estas tendencias, muchos planes alimenticios se enfocan en priorizar el consumo de proteínas, un macronutriente fundamental para el desarrollo muscular, la reparación celular y el buen funcionamiento del organismo.

Este interés por una alimentación más saludable ha motivado a muchos consumidores a decantarse por los mariscos de concha, especialmente los bivalvos, como las almejas, las ostras, los mejillones y las vieiras. Este grupo de alimentos no solo son ricos en proteínas de alta calidad, sino que también ofrecen una amplia variedad de nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales y ácidos grasos omega 3, lo que los convierte en una opción cada vez más popular entre aquellos que buscan mejorar su dieta.

Además de ser uno de los moluscos más codiciados en la gastronomía occidental, especialmente en España, es un alimento muy saludable y beneficioso para el planeta. La cría sostenible de las ostras está en auge, lo que los convierte en una de las mejores opciones libre de contaminantes ambientales como el mercurio. Aun así, los mejillones son los primeros de la lista de nutrientes, ya que solo una ración contiene toda la vitamina B12 y los ácidos grasos omega 3 necesarios para un día, junto con tres cuartas partes de hierro y zinc.

Los bivalvos tienen poca grasa, muchas proteínas y, a diferencia de otros animales marinos, suelen estar menos expuestos a la contaminación. Debido a que se encuentran cerca del final de la cadena alimentaria en los océanos. Aun así, esto no les hace estar libres de riesgos. Las ostras sin cocinar pueden contener bacterias perjudiciales. Para lograr una temperatura interna segura y eliminar bacterias, virus, hongos y parásitos se debe cocinar como mínimo durante cinco minutos, alcanzando los 63 grados. Asimismo, se debe revisar que los productos sean frescos.

Por otro lado, la acuicultura de bivalvos mundial está experimentando una rápida expansión, representando más del 20 por ciento de la producción del sector, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Este crecimiento se debe, en gran parte, a la mejora de las técnicas de cultivo y a la creciente demanda de productos del mar. La mayor parte de esta producción procede de poblaciones naturales, lo que resalta la importancia de gestionar de manera sostenible los ecosistemas marinos, una práctica beneficiosa para el planeta.

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