La alimentación balanceada es esencial para mantener una buena salud, y un ejemplo clásico dentro de la dieta mediterránea es la mezcla de lentejas y arroz o patata. El reconocido nutricionista Manuel Viso asegura que esta combinación ofrece el «equilibrio perfecto» para potenciar los beneficios de estos alimentos.
Las lentejas son conocidas por ser una rica fuente de proteínas vegetales, pero presentan una deficiencia en ciertos aminoácidos esenciales, como la metionina. En contraposición, el arroz y la patata, aunque no poseen un alto contenido proteico, cuentan con estos aminoácidos en niveles superiores. Así, al mezclar las lentejas con cualquiera de estos dos, se logra una proteína completa, comparable a las que se encuentran en los productos de origen animal, tan valorados en la gastronomía de España.
Facilidades digestivas y absorción de nutrientes
Los beneficios no terminan ahí. Las lentejas contienen abundante fibra, imprescindible para una buena salud digestiva, al mejorar el tránsito intestinal. Sin embargo, para algunos resultan difíciles de digerir. El arroz y la patata vienen al rescate en este aspecto, al estar compuestos principalmente de carbohidratos de fácil digestión, lo que equilibra la acción de la fibra.
Además, estas legumbres son una buena fuente de hierro, aunque de origen vegetal y, por tanto, más complejo de absorber. La unión con alimentos que contienen vitamina C o que son fácilmente digeribles, como el arroz o la patata, puede mejorar significativamente esta absorción, favoreciendo la prevención de deficiencia de hierro, común en dietas vegetarianas.
Energía sostenida y dietas especiales
La mezcla de lentejas con carbohidratos complejos, como los del arroz o la patata, ayuda a proporcionar una energía sostenida y a evitar picos de glucosa en sangre. Esto es crucial para mantener niveles de energía estables a lo largo del día, y es especialmente beneficioso para las personas que siguen dietas vegetarianas o veganas.
Es importante destacar que si en la dieta se incluyen proteínas animales, como carne, pescado, huevos o lácteos, esta combinación no es indispensable, ya que dichos alimentos proporcionan proteínas completas por sí mismos.