En pleno 2025, la práctica de publicar imágenes de menores en redes sociales, conocida como sharenting, sigue generando un debate intenso. La Policía Nacional y la FundaciónSOL han lanzado una campaña conjunta para advertir a las familias sobre los riesgos que implica compartir fotografías de sus hijos en internet, especialmente en periodos como el verano, cuando estas publicaciones aumentan notablemente.
Una advertencia clara se ha reiterado: "Una vez que compartes una fotografía de un niño en la red, pierdes el control de esa imagen para siempre". Y no es una exageración: el 72% del material incautado en investigaciones relacionadas con casos de pedofilia está compuesto por imágenes normales y cotidianas, sin contenido sexual, que provienen justamente de publicaciones sociales.
En este contexto, y bajo el foco de proteger a los niños en España, las autoridades insisten en que este fenómeno es mucho más que un problema de privacidad. El sharenting no solo expone datos personales, sino que podría servir para que redes ilícitas usen esas imágenes para actividades delictivas, incluidos procesos de manipulación con inteligencia artificial para fines abiertamente peligrosos.
Impacto y riesgos del 'sharenting' en la privacidad de los menores
Compartir continuas imágenes o vídeos de los hijos sale, en muchas ocasiones, de una intención inocente: padres orgullosos mostrando momentos importantes de sus niños. Sin embargo, las consecuencias reales pueden ser graves. La criminóloga Beatriz Izquierdo, asesora de la FundaciónSOL, subraya que la sobreexposición digital puede desencadenar casos de ciberacoso, creación de perfiles falsos, viralización no controlada y manipulación para pornografía infantil usando inteligencia artificial.
Asimismo, el oficial Abraham Bedmar, con 17 años de experiencia en seguridad ciudadana, recuerda que «los menores tienen derecho a decidir sobre su imagen y a que se respete su privacidad». La exposición a través de publicaciones no consentidas podría enfrentarles a situaciones de riesgo que no han elegido ni comprendido.
Un dato alarmante recogido por la red europea EU Kids Online refleja que el 89% de los padres españoles comparte fotos o vídeos de sus hijos al menos una vez al mes. Sin embargo, solo un escaso 13% limita el contenido digital que consumen los menores, lo que evidencia una falta de control efectivo sobre la huella digital que se crea desde edades tempranas.
Además, un preocupante 42% de los niños españoles afirman sentirse avergonzados o incómodos por las publicaciones que sus padres hacen sobre ellos, una problemática que puede afectar su salud emocional y su percepción de privacidad a largo plazo.
'Sharenting' y las amenazas derivadas del mal uso de imágenes
La difusión indiscriminada de imágenes infantiles, desde el primer cumpleaños de los bebés hasta momentos cotidianos como un picnic, puede parecer inofensiva. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. Las fotografías son fácilmente descargables, compartidas y modificadas, quedando fuera del control original con un simple clic.
En este sentido, delincuentes sexuales utilizan este contenido aparentemente público para alimentar sus redes y actividades delictivas. El avance de la inteligencia artificial plantea un nuevo desafío: esta tecnología puede utilizarse para generar imágenes falsas a partir de fotografías legítimas.
Campañas de prevención y recomendaciones para las familias
A raíz de estas preocupaciones, las autoridades policiales y organizaciones como FundaciónSOL insisten en la necesidad de extremar precauciones y promover una cultura de responsabilidad digital. Es fundamental que los padres se formen e informen sobre los riesgos de compartir imágenes y datos personales de sus hijos en cualquier plataforma.
Medidas recomendadas incluyen limitar la difusión de fotos, configurar estrictamente la privacidad de las cuentas, evitar publicar información excesiva (como ubicación o rutinas) y consultar primero con los propios menores cuando tengan la capacidad para decidir. En definitiva, proteger la identidad digital de los niños y permitirles controlar su imagen es clave en esta nueva era.
Además, existen herramientas y recursos formativos impulsados por entidades gubernamentales y ONG, orientados a crear conciencia sobre el sharenting y prevenir situaciones de peligro o abuso digital.