El verano ya está aquí, y junto a las temperaturas elevadas, el sol intenso y las actividades al aire libre, la salud visual requiere una atención especial. En España, donde el clima mediterráneo hace que la radiación ultravioleta sea especialmente fuerte en esta época del año, proteger los ojos es clave para evitar daños a corto y largo plazo.
Con la mayor cantidad de horas de sol y las habituales visitas a la playa o piscina, desde la clínica Salud Ocular señalan que es fundamental implementar medidas preventivas destinadas a cuidar la visión, una función vital que suele subestimarse durante estos meses.
La exposición continua a los rayos UV sin protección adecuada puede incrementar el riesgo de cataratas, quemaduras en la córnea y degeneración macular, entre otros problemas. Por ello, expertos en salud visual insisten en que el cuidado ocular debe ser prioritario, especialmente durante el verano para minimizar estos riesgos.
Importancia de la protección ocular en verano
El impacto de la luz ultravioleta en los ojos no siempre se percibe de inmediato, sin embargo, la acumulación de radiación UV puede provocar daños irreversibles. En España, estudios recientes indican que más del 30% de los casos de problemas oculares relacionados con el sol podrían prevenirse con un simple gesto: usar gafas de sol con filtros UV certificados.
Además del sol directo, otros factores presentes en ambientes veraniegos, como el agua de piscina o del mar, pueden contribuir a la sequedad ocular y la irritación. La evaporación de lágrimas aumenta ante estos estímulos, provocando una sensación incómoda y, en ocasiones, infecciones oculares.
Por estas razones, mantener una adecuada hidratación ocular y evitar la exposición prolongada sin protección adecuada se convierte en una medida imprescindible.
Recomendaciones para cuidar los ojos durante el verano
El cuidado visual no requiere esfuerzos extraordinarios, sino la aplicación constante de hábitos que resultan efectivos. Para este verano en España, las siguientes indicaciones son un referente:
- Uso de gafas de sol con certificado de protección UV 400: deben bloquear casi al 100% la luz ultravioleta, siendo ideales aquellas que cumplan normas europeas vigentes. Además, conviene seleccionar lentes con protección contra la luz azul para mayor comodidad visual.
- Hidratación frecuente de los ojos: especialmente cuando se está en ambientes con agua de piscina o mar, donde el cloro o la sal pueden irritar y resecar la superficie ocular.
- Evitar frotarse los ojos con las manos sucias: el contacto repetido puede generar infecciones o inflamaciones.
- Limitar la exposición directa al sol durante las horas pico: entre las 12:00 y las 17:00 horas, cuando la radiación UV es más intensa, resulta recomendable usar sombreros y buscar sombra.
- Acudir a revisiones oftalmológicas preventivas: la detección temprana de cualquier anomalía puede evitar consecuencias graves, especialmente para aquellos con antecedentes o patologías visuales previas.