Con la llegada del verano en España y las olas de calor cada vez más frecuentes, el uso del aire acondicionado y ventiladores se ha intensificado en hogares y espacios de trabajo. Sin embargo, esos aparatos requieren un mantenimiento adecuado y una correcta utilización para evitar problemas de salud que pueden ir desde alergias hasta enfermedades respiratorias graves.
Según explica la farmacéutica Boticaria García, el aire acondicionado es, sin duda, uno de los mejores aliados contra las altas temperaturas, pero el desconocimiento sobre su uso óptimo puede generar consecuencias negativas. La experta insiste en la importancia de mantener estos sistemas limpios para evitar la proliferación de microbios nocivos.
La recomendación de García para la temperatura es mantenerla entre 24 y 26 grados Celsius. Esta franja es considerada suficiente para refrescar sin causar estrés térmico al organismo. Bajar demasiado la temperatura puede resultar contraproducente por el impacto que produce en el sistema inmunológico y por la elevada factura eléctrica.
Importancia de la limpieza y el mantenimiento de filtros
Una de las claves fundamentales es cambiar o limpiar los filtros según las indicaciones del fabricante. Los filtros sucios esparcen polvo, ácaros y alérgenos, que pueden agravar afecciones respiratorias como el asma o provocar alergias severas. Pero más allá del polvo, Boticaria García alerta que los filtros en mal estado pueden favorecer la dispersión de bacterias peligrosas, entre ellas la Legionella, responsable de la legionelosis, una enfermedad pulmonar grave.
Además de la limpieza, otro consejo importante es evitar dirigir el chorro de aire directamente sobre el cuerpo o la cara. El contacto prolongado puede resecar las mucosas de las vías respiratorias, lo que produce irritación en la garganta, nariz y ojos. Asimismo, puede provocar contracturas musculares, principalmente en el cuello y la espalda.
Durante la noche, se aconseja programar el aire acondicionado para que funcione un par de horas antes de dormir y después apagarlo. Esto ayuda a dormir con una temperatura agradable sin que el sistema reseque demasiado las vías respiratorias durante el descanso.
Boticaria García también destacan evitar un contraste térmico excesivo al entrar o salir de un espacio refrigerado. Una diferencia superior a 10 grados representa un impacto negativo para el organismo y puede hacer que el cuerpo sufra un shock térmico, aumentando, entre otros riesgos, la sensación de fatiga o malestar general.
Ventiladores: ventajas y limitaciones según el clima
El ventilador es otra opción ampliamente utilizada, sobre todo en ambientes donde la humedad es alta. A diferencia del aire acondicionado, el ventilador no reseca tanto las mucosas y puede generar una sensación refrescante sin tanto impacto en las vías respiratorias.
No obstante, la experta indican que en condiciones extremas, con temperaturas elevadas y ambientes secos, el ventilador puede actuar más como un secador de la piel y el cuerpo que como un refrigerador. De hecho, cuando las temperaturas superan los 40 grados Celsius, el uso del ventilador puede aumentar la sensación de calor en lugar de reducirla.
Por lo tanto, el consejo para estos casos es evitar el uso excesivo de ventiladores en jornadas de extremo calor, optando en su lugar por aire acondicionado con filtros limpios o bien permanecer en espacios frescos y sombreados.
Ah, pero... ¿hay bichos buenos?