La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado su estudio anual de cervezas donde analiza minuciosamente las marcas disponibles en los supermercados españoles. Los resultados han sorprendido tanto a expertos como a consumidores, al revelar que la cerveza mejor valorada cuesta apenas 0,31 euros, mientras que la peor puntuada alcanza los 0,72 euros por unidad. El análisis ha incluido diversas cervezas rubias, tanto clásicas como especiales, evaluando múltiples factores como composición química, etiquetado, graduación alcohólica, fermentación y valoraciones organolépticas mediante catas a ciegas.
Según el informe, la cerveza Aurum de Eroski se alza con el primer puesto al obtener 70 puntos sobre 100. Los expertos de la OCU destacan su equilibrio entre sabor, composición y precio, convirtiéndola en la opción más recomendable del mercado español. Con un coste de solo 0,31 euros por unidad, esta cerveza de marca blanca ha demostrado que calidad y precio económico pueden ir de la mano, superando incluso a marcas que duplican su valor. Le siguen en el podio la Steinburg Especial de Mercadona y la Ramblers Especial de Dia, ambas con buenas valoraciones en las pruebas de sabor, cuerpo, aroma y apariencia, y un precio de 0,37 euros que las sitúa como alternativas muy competitivas.
En el extremo opuesto, la conocida marca Cruzcampo Pilsen ha obtenido la puntuación más baja del estudio con 60 puntos sobre 100. Lo más llamativo es que, a pesar de su popularidad y tradición en el mercado español, su precio de 0,72 euros por lata no se corresponde con su calidad según los criterios evaluados por la OCU. Este resultado cuestiona la percepción generalizada de que las marcas comerciales establecidas ofrecen necesariamente mejor calidad que las opciones de marca blanca. Para llegar a estas conclusiones, la OCU ha implementado una metodología rigurosa que contempla diversos aspectos.
El estudio combina análisis químicos que determinan la composición exacta de cada cerveza, examinando aspectos como el nivel de conservantes, aditivos y calidad de los ingredientes utilizados. También se evalúa meticulosamente el etiquetado, verificando que la información proporcionada sea completa, precisa y cumpla con la normativa europea vigente. El contenido alcohólico es otro factor determinante, ya que debe corresponderse exactamente con lo indicado en la etiqueta. Asimismo, se analiza el grado de fermentación, elemento crucial que influye directamente en el sabor, aroma y textura final del producto.
Finalmente, y quizás el aspecto más revelador, las cervezas son sometidas a catas a ciegas realizadas por un panel de expertos cerveceros, quienes evalúan características organolépticas sin conocer la marca que están degustando, garantizando así una valoración objetiva e imparcial. Los resultados del estudio de la OCU confirman una tendencia creciente en el mercado: el extraordinario desarrollo cualitativo de las cervezas de marca blanca. Estas marcas, tradicionalmente consideradas como alternativas económicas pero de menor calidad, han invertido significativamente en mejorar sus procesos de producción y recetas en los últimos años.
Según datos del sector cervecero español, el consumo de cervezas de marca blanca ha aumentado un 15% en el último año, fenómeno impulsado tanto por su mejora cualitativa como por la situación económica actual. Los consumidores, cada vez más informados y exigentes, están descubriendo que estas opciones pueden ofrecer una relación calidad-precio excepcional, como demuestra el caso de Aurum de Eroski.
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