En pleno 2025, el sueño continúa siendo un pilar fundamental para la salud, aunque en un mundo acelerado muchas personas siguen sacrificándolo. Este acto tan básico para el bienestar físico y mental no debe verse como un lujo, sino como una necesidad biológica esencial. En ese sentido, las recomendaciones sobre horas de descanso varían en función de la edad, ya que el cuerpo y el cerebro tienen diferentes requerimientos según sus etapas de desarrollo.
Jorge Ángel, enfermero conocido por sus intervenciones en redes sociales como TikTok, ha remarcado la importancia de cumplir con un número adecuado de horas de sueño dependiendo de la edad. Su explicación, clara y basada en evidencia, hace un llamamiento para que todos escuchemos a nuestro cuerpo y le otorguemos el descanso necesario para mantener una buena calidad de vida y evitar problemas futuros.
El experto insiste en que el sueño es un proceso salvador, pues no solo es un momento para desconectar, sino que también es cuando el cuerpo realiza tareas fundamentales de reparación física y mental. Durante esas horas, se restauran funciones, se consolidan memorias y se garantiza un óptimo funcionamiento del organismo, desde el cerebro hasta el sistema cardiovascular.
Recomendaciones de sueño para cada etapa de la vida
En los primeros meses, los bebés tienen las demandas de sueño más intensas, lo que se vincula directamente con su rápido crecimiento cerebral y físico. Según el enfermero Jorge Ángel, los recién nacidos necesitan dormir un mínimo de quince a dieciséis horas diarias. Esta gran cantidad es imprescindible para su desarrollo temprano y para establecer patrones saludables de descanso a largo plazo.
Al avanzar hacia la infancia, las exigencias disminuyen, pero no dejan de ser considerables. Los niños pequeños deben alcanzar al menos diez horas de sueño por noche. Mantener esta rutina en España, donde el ritmo escolar y las actividades extraescolares pueden influir en los hábitos, es crucial para el rendimiento académico y el equilibrio emocional de los más pequeños. Los beneficios impactan en su capacidad para aprender, concentrarse y crecer de manera saludable.
Durante la adolescencia, una etapa llena de cambios hormonales y psicológicos, el descanso es aún más necesario. El cuerpo de los jóvenes experimenta importantes transformaciones y, según Jorge Ángel, este es el periodo en el que se produce el mayor crecimiento y desarrollo gracias al sueño. Por ello, los adolescentes deberían dormir un mínimo de nueve horas diarias. Es fundamental para consolidar su identidad, reforzar sus capacidades cognitivas y mantener su salud mental.
En la edad adulta, las demandas de sueño continúan siendo importantes, aunque algo menores en comparación con etapas previas. El enfermero recomienda que los adultos duerman entre siete y ocho horas como mínimo para garantizar un buen funcionamiento físico y mental. Esta cantidad es decisiva para mantener la productividad, mejorar el estado de ánimo y proteger la salud cardiovascular.