Síguenos F Y T I T R
Hoy es noticiaEs noticia:

«Si notas mareos, desorientación y vómitos, has podido ser víctima de un caso de sumisión química»: el importante aviso de la Guardia Civil

Los agentes son tajantes: «Acude a los profesionales sanitarios para saber qué tipo de sustancias has podido consumir y denúncialo»

Dos momentos del vídeo compartido en redes sociales | Foto: Instagram

| Madrid |

La Guardia Civil ha lanzado una importante campaña de concienciación en redes sociales para alertar a la ciudadanía sobre los casos de sumisión química, un delito que sigue preocupando a las autoridades. Mediante un vídeo informativo, dos agentes explican detalladamente cómo identificar si una persona ha podido ser víctima de este tipo de práctica delictiva, especialmente en contextos de ocio nocturno, y qué pasos seguir para recibir ayuda y denunciar los hechos. En el material audiovisual compartido, los representantes del cuerpo de seguridad advierten: «¿Has salido de fiesta y crees que te han podido echar droga en la bebida? No se trata de una broma, se trata de un delito, has podido ser víctima de un caso de sumisión química».

Los agentes destacan que estas sustancias no dejan rastro sensorial perceptible, ya que «no tienen olor, sabor, ni aroma», lo que dificulta su detección inmediata por parte de las potenciales víctimas. Sin embargo, enfatizan la importancia de reconocer ciertos síntomas característicos como «mareos, desorientación y vómitos», además de posibles lesiones o la sensación de haber mantenido relaciones sexuales sin recordarlo. El mensaje de la Guardia Civil es contundente respecto a cómo actuar ante la sospecha de haber sufrido sumisión química: «Si sientes algo así no sientas miedo ni vergüenza, cuéntaselo a alguien para que pueda ayudarte. Acude a los profesionales sanitarios para saber qué tipo de sustancias has podido consumir y denúncialo, estamos para ayudarte».

La institución busca eliminar el estigma que rodea a estas situaciones y animar a las víctimas a buscar asistencia inmediata, tanto médica como judicial. La sumisión química se define como la administración de sustancias psicoactivas a una persona sin su conocimiento o consentimiento, con el fin de manipular su voluntad o anular su capacidad de resistencia. Este fenómeno ha experimentado un aumento significativo en los últimos años, especialmente en entornos de ocio nocturno, convirtiéndose en una preocupación creciente para las autoridades sanitarias y policiales.

Las sustancias más utilizadas para estos fines suelen ser depresores del sistema nervioso central, como las benzodiacepinas (especialmente el Rohypnol o 'burundanga'), GHB (ácido gamma-hidroxibutírico), ketamina y otros fármacos sedantes. Estos compuestos pueden disolverse fácilmente en bebidas sin alterar su apariencia, olor o sabor, lo que facilita su administración subrepticia. Sus efectos pueden manifestarse rápidamente, generando confusión, somnolencia, dificultad para hablar, visión borrosa, pérdida de coordinación y, en muchos casos, amnesia total o parcial de lo ocurrido.

Según datos del Ministerio del Interior, los casos reportados de sumisión química han aumentado aproximadamente un 15% en el último año, aunque se estima que existe un importante subregistro debido a que muchas víctimas no denuncian por vergüenza, culpa o porque no recuerdan con claridad lo sucedido. La campaña actual busca precisamente combatir esta infranotificación, animando a las posibles víctimas a solicitar ayuda sin temor al estigma social.

Cómo actuar si sospechas haber sido víctima

Los expertos en toxicología forense coinciden en la importancia de actuar con rapidez ante la sospecha de haber sufrido sumisión química. El doctor Manuel Repetto, especialista del Instituto Nacional de Toxicología, explica que «muchas de estas sustancias permanecen en el organismo por un tiempo limitado, desde pocas horas hasta un máximo de 72 horas, dependiendo del compuesto». Por ello, resulta crucial acudir a un centro sanitario lo antes posible para realizar las pruebas toxicológicas pertinentes. El protocolo recomendado por las autoridades sanitarias incluye varios pasos fundamentales: primero, buscar ayuda inmediata de personas de confianza; segundo, acudir a un centro médico u hospital para recibir atención y solicitar análisis toxicológicos; tercero, conservar la ropa y no ducharse en caso de sospecha de agresión sexual, para preservar posibles pruebas; y cuarto, denunciar los hechos ante la Guardia Civil, Policía Nacional o en el juzgado de guardia.

Es importante destacar que los servicios médicos de urgencia disponen actualmente de protocolos específicos para atender estos casos, facilitando la recogida de muestras biológicas para análisis toxicológicos y la preservación de evidencias. Además, las víctimas pueden recibir apoyo psicológico especializado para afrontar las posibles secuelas emocionales derivadas de la experiencia traumática. La Guardia Civil, junto con otras instituciones como el Plan Nacional sobre Drogas, promueven una serie de medidas preventivas para reducir el riesgo de ser víctima de sumisión química.

Entre las recomendaciones más importantes destacan: no perder nunca de vista la bebida; rechazar bebidas ofrecidas por desconocidos o que generen desconfianza; salir en grupo y mantener contacto con los acompañantes; establecer un código de alerta con amigos para situaciones de peligro; y confiar en la intuición ante comportamientos sospechosos. Algunas iniciativas privadas han desarrollado también herramientas para la detección de estas sustancias, como pulseras, posavasos o pajitas que cambian de color al entrar en contacto con determinados compuestos químicos. Sin embargo, los expertos advierten que estos métodos no son infalibles y deben considerarse como un complemento a las medidas de prevención básicas, no como una garantía absoluta de seguridad.

La concienciación social juega un papel fundamental en la lucha contra este tipo de delitos. Campañas como la lanzada por la Guardia Civil contribuyen a visibilizar un problema que, a menudo, permanece oculto por el silencio de las víctimas y la dificultad para obtener pruebas concluyentes. La educación en prevención y el conocimiento de los recursos disponibles resultan herramientas esenciales para reducir la incidencia de estos casos y mejorar la atención a quienes los sufren.

1 comentario

user JJ | Hace 4 meses

Me suele ocurrir cuando veo la cuenta del restaurante

Lo más visto