En un contexto donde los videojuegos online se han convertido en una actividad cotidiana para millones de menores en España, surge una alerta clave sobre quiénes son realmente sus compañeros de juego. La realidad es que no siempre es posible conocer la identidad de los usuarios que interactúan con nuestros hijos a través de Internet, lo que conlleva diversos riesgos, entre ellos la posibilidad de ser víctimas de conductas delictivas como el grooming, según ha advertido la Guardia Civil.
El grooming, una práctica que involucra personas adultas que se hacen pasar por menores para ganarse la confianza de los niños y niñas, con el objetivo final de obtener imágenes de contenido sexual o concretar encuentros abusivos, ha provocado que organismos especializados recomienden extremar la supervisión y vigilancia sobre las actividades online de los menores.
La clave reside en que los padres y tutores tengan conciencia plena sobre con quién se comunican sus hijos dentro de las plataformas digitales dedicadas a videojuegos y tomen medidas para garantizar la seguridad y privacidad de sus datos y su integridad física y emocional.
Videojuegos online y menores
La popularización de los videojuegos con componente online y multijugador ha crecido exponencialmente durante los últimos años, consolidándose como una de las formas de ocio más extendidas entre la infancia y adolescencia. Plataformas como Fortnite, Roblox, Minecraft o Call of Duty cuentan con millones de usuarios activos, muchos de ellos menores de edad.
Este escenario plantea un desafío para la seguridad digital, ya que muchos juegos incluyen chats de voz y texto que permiten la interacción directa entre jugadores. Aunque esto fomenta la socialización y el trabajo en equipo, también abre la puerta a riesgos graves como el contacto con personas malintencionadas.