El cambio de hora en España previsto para el último domingo de octubre de 2025 está a la vuelta de la esquina. En esta fecha, concretamente el domingo 26 de octubre, se realizará el habitual ajuste que marca el regreso al horario de invierno. Todos los ciudadanos deberán retrasar el reloj una hora a las 3:00 para que vuelva a ser las 2:00. Este cambio implica que anochecerá antes y que habrá más luz por la mañana, un hecho que genera dudas sobre cuándo oscurecerá después del ajuste.
Este fenómeno es consecuencia directa de la directiva europea vigente, que establece dos modificaciones horarias al año: un adelanto en marzo y un retraso en octubre. El propósito fundamental es aprovechar mejor la luz solar y hacer un uso eficiente de la energía, aunque el impacto en las personas y sus biorritmos es un aspecto que gana relevancia en la actualidad.
En España, a diferencia de otros países, el cambio horario suele generar un debate constante, pues cada vez hay más voces que cuestionan su conveniencia.
El mecanismo y las consecuencias del cambio horario
El domingo 26 de octubre de 2025, cuando el reloj marque las 3:00 de la madrugada, deberá retrasarse una hora. Este ajuste supone que a las 3:00 volverán a ser las 2:00, lo que ofrece una hora adicional de descanso, pero convierte las tardes en un tiempo con menos luz solar. En concreto, anochecerá antes, un hecho que se traduce en días más cortos en cuanto a luz diurna.
Este cambio al horario de invierno trae consigo ventajas y desventajas. Por una parte, las mañanas son más luminosas, algo beneficioso para la productividad y la salud, sobre todo durante los meses fríos. Por otra, las tardes se vuelven más oscuras y tempranas, afectando el ocio y especialmente la seguridad vial al oscurecer antes.
La aplicación de esta norma está regulada por la Unión Europea, que desde hace años promueve la doble modificación horaria anual para optimizar el uso de la luz natural. Sin embargo, existe un debate abierto sobre la continuidad de este sistema, ya que muchos países evalúan eliminarlo debido a sus efectos en la salud y la economía.
Cómo afecta el cambio de hora al cuerpo y al sueño
A pesar de que el retraso en octubre genera una hora extra de sueño, este ajuste también puede tener repercusiones en el ritmo circadiano y la salud general. Estudios de la Sociedad Española de Sueño advierten que cualquier modificación en el horario habitual puede alterar el reloj biológico y provocar trastornos temporales.
Los efectos más comunes son el insomnio, la irritabilidad, la fatiga e incluso problemas en el sistema cardiovascular si no se gestionan adecuadamente los cambios. El cuerpo necesita un tiempo para adaptarse a la nueva rutina y a los cambios en la luz ambiente, lo que en ocasiones puede traducirse en un período de menor bienestar.
Por ello, es fundamental adoptar prácticas que ayuden a minimizar el impacto y garantizar un ajuste suave al horario de invierno. La adaptación es clave para evitar consecuencias negativas, sobre todo en personas sensibles como niños, ancianos o quienes padecen trastornos del sueño.
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