En los últimos meses, la Policía Nacional ha detectado una campaña de estafas digitales que emplea mensajes fraudulentos haciéndose pasar por entidades bancarias reales. Estos mensajes incluyen datos personales y nombres reales de bancos, algo que complica la detección inmediata de la farsa y pone en jaque a cientos de usuarios. La Policía Nacional ha alertado reiteradamente sobre este método de fraude que busca obtener datos confidenciales y acceso ilícito a cuentas bancarias. Ante cualquier comunicación sospechosa, los expertos recomiendan no hacer clic en enlaces ni facilitar información financiera o personal.
Es crucial que los usuarios afectados o con sospechas contacten directamente con su entidad financiera a través de vías oficiales para confirmar la veracidad del mensaje. Además, la denuncia inmediata a los cuerpos de seguridad facilita la investigación y permite prevenir nuevos ataques.
Este tipo de fraude consiste en el envío masivo de mensajes (SMS, correos electrónicos o notificaciones) que aparentemente provienen de bancos o financieras conocidas. Se incluyen datos personales del destinatario y el nombre exacto de su entidad, lo que genera una falsa sensación de confianza. En realidad, son campañas de phishing sofisticadas, cuyo objetivo es engañar a la víctima para que introduzca datos sensibles como números de cuenta, claves de acceso o incluso su número de teléfono, facilitando así posteriores fraudes o robos de identidad.
Los delincuentes emplean herramientas avanzadas para falsificar remitentes y personalizar mensajes con información pública o previamente filtrada, por lo que distinguir un mensaje auténtico de uno falso resulta complicado sin verificar por canales oficiales.
Recomendaciones oficiales y medidas de protección
Desde la Policía Nacional y otras instituciones como la Guardia Civil y la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), se insiste en la no interacción directa con links o formularios incluidos en estos mensajes. Si existe alguna duda, contactar directamente con el banco mediante las vías oficiales (teléfono, app o sede web) es la mejor opción para confirmar la información y evitar caer en la trampa.
Además de no facilitar datos, es recomendable hacer capturas de pantalla, guardar correos sospechosos y anotar cualquier tipo de comunicación que pueda servir como prueba, en caso de resultar víctimas. El seguimiento constante de los movimientos en las cuentas bancarias es otra práctica clave adoptada por los especialistas para detectar anomalías lo antes posible.