El ayuno intermitente se ha consolidado como una práctica frecuente en el ámbito de la salud y el bienestar en España y el mundo. Más allá de su uso para controlar el peso, esta técnica ha demostrado ser una herramienta útil para ofrecer un descanso metabólico al organismo, facilitando procesos como la desintoxicación y la reducción de la inflamación.
Sin embargo, uno de los aspectos que genera mayor duda entre quienes se inician en esta práctica es qué alimentos o bebidas permiten ser consumidos sin 'romper el ayuno' y perder así sus potenciales beneficios. La periodista especializada en vida saludable María Espín, conocida por su trayectoria informando sobre hábitos nutritivos, aporta una visión clarificadora sobre este tema. La adecuada interpretación de lo que implica romper el ayuno es fundamental para sacar el máximo provecho de esta técnica. No todas las ingestas suponen la interrupción total del ayuno, aunque sí existen muchas creencias erróneas al respecto que pueden condicionar su efectividad.
Qué es el ayuno intermitente y para qué se utiliza
El ayuno intermitente consiste básicamente en alternar periodos de ingesta con otros de abstención alimentaria, en general enfocándose más en el tiempo que en qué se come. Lo esencial es que el cuerpo entre en estados donde pueda activar procesos metabólicos distintos a los relacionados con la digestión y utilización inmediata de nutrientes.
Según explican expertos y lo destacan desde la comunidad científica española, esta práctica no se limita únicamente a la pérdida de peso, sino que también está orientada a mejorar la salud digestiva y metabólica. Por ejemplo, ayuda a promover la regeneración celular, controla los niveles de insulina y favorece la reducción de estados inflamatorios crónicos. En España, cada vez son más las personas que adoptan el ayuno intermitente como un hábito saludable, pero la clave reside en hacerlo correctamente para evitar errores comunes que pueden anular sus beneficios.
Errores frecuentes al romper el ayuno
Una de las confusiones más extendidas está relacionada con las bebidas durante el período de ayuno. Por ejemplo, muchas personas piensan que pueden acompañar el café con leche sin consecuencias, pero la realidad es que la leche contiene calorías que sí rompen el ayuno. María Espín aclara que solo aquellas sustancias que no aportan calorías se consideran seguras para no interrumpir el ayuno. Por ello, el café solo, las infusiones sin azúcar y el agua en distintas formas (natural o con gas) habitualmente son aceptados dentro de un protocolo de ayuno, siempre y cuando no se añadan ingredientes calóricos.
Sin embargo, la situación cambia si hablamos de otros componentes como edulcorantes: aunque no contienen calorías, pueden contrarrestar algunos de los efectos beneficiosos del ayuno, al estimular ciertas vías metabólicas. Por eso, su consumo durante el tiempo de ayuno está desaconsejado por muchos especialistas.
El caso particular del caldo de hueso
Uno de los debates más recientes y controvertidos ha sido el consumo del caldo de hueso durante el ayuno intermitente. María Espín aclara que esta bebida puede o no romper el ayuno dependiendo de cómo se prepare y de la tolerancia individual.
En su experiencia personal, ha señalado que al hacer ayunos prolongados, puede consumir caldo de hueso sin que esto suponga el fin del ayuno. No obstante, esto no es igual para todos, ya que la concentración y composición del caldo varían mucho entre preparaciones y pueden aportar nutrientes que activan procesos digestivos. Por tanto, el consejo es conocer bien qué contiene ese caldo, y en qué cantidades, para decidir si es compatible con el tipo y la duración del ayuno que cada persona realiza.