Desde el 1 de enero de 2026, España implantará una medida pionera a nivel mundial en materia de seguridad vial: la obligatoriedad de llevar una luz de emergencia V16 homologada y conectada a sistemas de geolocalización en todos los vehículos. Esta normativa, que sustituirá al uso tradicional de los triángulos de emergencia, ha generado cierta confusión entre los conductores aterrizando con firmeza en la agenda móvil del país.
El abogado Andrés Milán, conocido en redes sociales como @lawtips ha ofrecido una visión detallada sobre esta legislación única en el mundo y explica por qué muchos ciudadanos aún desconocen las implicaciones y la obligatoriedad de este dispositivo estrella en la carretera española. Se trata de un dispositivo luminoso que debe colocarse en el coche en caso de accidente o avería. Este aparato debe estar homologado oficialmente y contar con la capacidad de transmitir la ubicación precisa del vehículo gracias a su conectividad geolocalizada. Su función no es solo alertar a otros conductores, sino también optimizar la llegada de los servicios de emergencia.
Esta nueva obligación legislativa no se extiende a otros países pero impacta directamente a todos los conductores españoles. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha remarcado que solo serán válidas las luces que se encuentren en su listado oficial, disponible en su página web, garantizando así la homologación y la conectividad requerida. Según la DGT, no se permitirán prórrogas, ni excusas para retrasar la adquisición o el uso de estos dispositivos, estableciendo una multa de 200 euros para quienes no cumplan desde el 1 de enero de 2026.
A diferencia de normativas en otras áreas, este cambio es definitivo y las antiguas señales de emergencia, como los triángulos homologados, quedarán obsoletas para las autoridades españolas. Esto supone un giro radical en la seguridad vial, pues el uso del tradicional triángulo será nulo para los conductores nacionales.
Contexto internacional y excepciones a la ley española
España es el único país en el mundo que exige esta tecnología, por lo que se generan situaciones particulares en las carreteras con vehículos extranjeros. Por ejemplo, un coche con matrícula portuguesa o francesa que circule por el territorio español no está obligado a portar una luz V16 con geolocalización ni a usarla; puede perfectamente utilizar los triángulos tradicionales sin temor a multa. Esta excepción se debe a que en la Unión Europea la normativa sobre señalización de emergencia no está unificada en este punto. Así, los coches extranjeros solo deben respetar la legislación española en cuanto a límites de velocidad y otras normas comunes, pero en materia de dispositivo V16 queda al margen.
Esto significa que, solo los conductores con vehículos matriculados en España tendrán que cumplir esta normativa y llevar la baliza V16 homologada conectada. Esta situación plantea algunos debates sobre la presión para que otros países adopten medidas similares, pero de momento España es pionera.
Costes y mantenimiento de la luz V16
Conforme se acerca la fecha límite de aplicación, el precio promedio de las balizas V16 ha ido en aumento, situándose entre 40 y 50 euros en la actualidad. Sin embargo, no basta con comprar el dispositivo y dejarlo olvidado en la guantera del coche. El mantenimiento anual es imprescindible para asegurar su funcionamiento óptimo en caso de emergencia. Por ejemplo, si la baliza funciona con pilas, es necesario cambiar estas cada año. En el caso de dispositivos con batería recargable, se debe realizar una carga completa como mínimo una vez al año para garantizar su autonomía. Un fallo en este sistema implicaría riesgos y posibles sanciones.
Además, la baliza no realiza un seguimiento permanente del vehículo ni reporta datos continuos, desmintiendo así algunas creencias populares sobre vigilancia o control invasivo. La DGT confirma que solo transmite la ubicación en el momento en que se activa la señal de emergencia, sin registrar velocidad ni trayecto.
Este cambio tecnológico también afecta a grupos específicos, como los autónomos y empresas de transporte, quienes deberán adaptar sus flotas y equipos de seguridad con la suficiente antelación para evitar sanciones y asegurar el cumplimiento legal. La ausencia de excusas o prórrogas obliga a planificar y presupuestar adecuadamente la adquisición y mantenimiento de las luces V16 conectadas. La DGT ha señalado que estas medidas son vitales para aumentar la seguridad vial, reducir accidentes y optimizar la respuesta de los servicios de auxilio.
Los borregos rojos se darán cuenta que la organización criminal PSOE está haciendo caja con las balizas?