En los últimos días, el mercado de criptomonedas vive una situación de tensión que ha despertado inquietud entre inversores y especialistas en España y en todo el mundo. En concreto, los poseedores de tokens digitales observan con preocupación cómo se han desvanecido las ganancias acumuladas en 2025, 90.000 dólares que de la esperada cota de 100.000. Esta coyuntura ha generado una proliferación de análisis que advierten sobre un posible desplome prolongado. Sin embargo, existen voces que invitan a la calma, a detenerse para evaluar de forma objetiva el contexto actual y los indicadores fundamentales que moldean esta tendencia.
Uno de los especialistas en la materia que ha hablado de la situación ha sido Fer Galante, experto en criptomonedas, quien ha expresado en las redes sociales su interpretación acerca del pánico generalizado que está experimentando el sector. Según sus palabras, la perdida rápida de las ganancias de 2025 ha sido el detonante, pero existen fundamentos que permiten mirar hacia adelante con cierto optimismo.
La caída observada en este 2025, sobre todo en el valor del Bitcoin, tiene varios elementos que explican su dinámica. Por un lado, el Bitcoin se ha establecido como un activo deflacionario con un límite máximo definido de emisión, lo que históricamente lo posiciona como un vehículo para protegerse contra la inflación que afecta a las monedas fiduciarias. Además, el Bitcoin ha consolidado una reputación como el oro digital, muy contemplado en las estrategias de inversión institucional. No obstante, en los días recientes, tanto la emisión monetaria mundial (medida con el indicador m2 global) como el precio de la criptomoneda han mostrado una discrepancia poco común: mientras la liquidez sigue alta y en expansión acelerada, el Bitcoin ha sufrido una corrección acusada.
Esto coincide con un momento de elevada volatilidad y nerviosismo en los mercados tecnológicos, sectores en los que el Bitcoin ha sido valorado en cierto modo por su naturaleza innovadora y tecnológica. La venta de activos tecnológicos y la incertidumbre sobre los beneficios futuros están condicionando la cotización.
Otro factor crucial que incide en este episodio de incertidumbre es la evolución de las políticas monetarias en Estados Unidos. Sin embargo, esa probabilidad se ha desplomado a menos del 50%, generando desconfianza y salida de capitales que han afectado los precios. Este giro provoca que, mientras la emisión monetaria se mantiene elevada, la expectativa de apoyos futuros en forma de rebaja de tasas se ha enfriado. En este contexto, Fer Galante destaca que, pese a todo, es probable que la FED termine por reducir las tasas en diciembre, lo que supondría un cese del pánico y la posibilidad de que el valor del Bitcoin encuentre un nuevo piso para iniciar un repunte.
La importancia del indicador m2 global y la dinámica del bitcoin
El indicador m2 global mide la cantidad de dinero en circulación a nivel internacional, tomando en cuenta los depósitos a corto plazo, efectivo y otros activos líquidos. Tradicionalmente, existe una correlación estrecha entre el aumento de la liquidez mundial y la subida del precio del Bitcoin. Esto se debe a que, cuando hay más dinero flotando, los inversores tienden a buscar activos alternativos para preservar valor frente al riesgo de inflación.
Sin embargo, en las últimas semanas ha existido una descorrelación notable: mientras el m2 global sigue creciendo, el precio del Bitcoin se ha desplomado. Esta situación inédita puede interpretarse como una corrección de mercado por toma de ganancias o ajustes técnicos, pero también indica que otros factores externos, como la confianza en las políticas monetarias, están jugando un papel decisivo. En este sentido, la evolución del Bitcoin en próximos meses dependerá de cómo se ajusten estas variables macroeconómicas y de si el activo digital recupera su historial de activo refugio dentro del ecosistema financiero global.
Qué significa esta corrección para los inversores en España
Para los inversores españoles, tan inmersos en la transformación digital y el auge de las finanzas descentralizadas, esta caída representa un momento para reflexionar. No debe tomarse solo como una crisis, sino también como una oportunidad para consolidar estrategias y evitar decisiones precipitadas basadas en el rumor o el miedo.
En el panorama global, la participación de inversores institucionales se ha incrementado significativamente, aportando mayor sofisticación pero también mayor sensibilidad a noticias económicas y políticas monetarias relevantes. Galante indica que tras períodos de volatilidad intensa existen ventanas para invertir en activos digitales a precios más atractivos, siempre y cuando se realice un análisis riguroso del contexto y se mantenga una visión de mediano y largo plazo.