El debate sobre la seguridad vial ha vuelto a cobrar relevancia en 2025 debido a las nuevas medidas enfocadas en los conductores mayores de 65 años que consumen determinados medicamentos. Aunque nuestro país no establece un límite de edad para conducir, la renovación del permiso para esta franja etaria se ha endurecido, especialmente cuando se detecta consumo de sustancias que pueden afectar significativamente las aptitudes al volante.
En concreto, se han intensificado las revisiones médicas y los controles para estas personas, con la finalidad de minimizar riesgos y fomentar una circulación más segura. Es importante destacar que, para quienes superan los 65 años, la renovación del carnet deja de ser cada diez años para pasar a ser un proceso quinquenal, incrementando así la frecuencia en el chequeo de su aptitud física y mental.
Medicamentos con impacto en la capacidad para conducir
En los últimos meses, las autoridades han centrado su atención en el efecto que ciertos medicamentos provocan en la conducción. Entre los principales fármacos que representan un riesgo se encuentran los ansiolíticos y antidepresivos, conocidos por su potencial para causar somnolencia y reducir reflejos. Asimismo, los antihistamínicos, muy usados para tratar alergias, también figuran en la lista por su capacidad para inducir somnolencia.
Pero no solo estos medicamentos suponen un desafío. Los opiáceos y analgésicos potentes afectan la concentración y la rapidez de respuesta, lo que resulta especialmente peligroso en carretera. Además, el tratamiento con insulina en personas diabéticas puede ocasionar episodios de hipoglucemia, que a su vez provocan mareos o hasta pérdida de consciencia, factores incompatibles con una conducción segura.
Otro punto crítico reside en los fármacos para la apnea del sueño. La renovación del permiso exige presentar un informe médico que atestigüe la eficacia del tratamiento, pues en su ausencia podría negarse la autorización para conducir.
Enfermedades incompatibles con la conducción segura
Más allá de la medicación, existen diversas patologías cuya presencia puede condicionar la obtención o renovación del permiso de conducción. Entre estas enfermedades se hallan trastornos neurológicos como la epilepsia y antecedentes recientes de pérdida de conciencia, que comprometen la seguridad vial.
También se consideran incompatibles con la conducción condiciones cardiovasculares, por ejemplo arritmias o infartos recientes, que pueden desencadenar emergencias repentinas al volante. De igual manera, la diabetes insulinodependiente mal controlada y la apnea del sueño no tratada son causas habituales de denegación, dado su impacto directo en la capacidad de atención y alerta.
En el ámbito psiquiátrico, trastornos como la demencia, esquizofrenia o trastorno bipolar pueden tornar al conductor un riesgo tanto para sí mismo como para otros usuarios de la vía, debido a la alteración del juicio y la reacción.
Evaluación y requisitos para conductores senior
Para dar cumplimiento a esta normativa, es imprescindible que los conductores mayores de 65 años realicen revisiones médicas periódicas. El protocolo de evaluación contempla informes detallados sobre la aptitud física y mental, que deben ser aportados para la renovación del carnet. De no contar con esta acreditación, la Dirección General de Tráfico está facultada para denegar la renovación.
Desde el sistema sanitario se aconseja que, ante la prescripción de medicamentos susceptibles de afectar la conducción, los pacientes consulten rigurosamente con su médico de cabecera. Esta consulta permite valorar el riesgo de seguir conduciendo y, si es necesario, ajustar el tratamiento o tomar medidas preventivas.
Los informes médicos actualizados y completos no solo protegen al propio conductor de posibles sanciones o riesgos, sino que también contribuyen a la seguridad colectiva en las carreteras españolas.
yulDe acuerdo contigo, lo veo también como una tontería más de la DGT, pero por otro motivo, o sea que el listado de medicamentos NO tiene nada que ver con los mayores de 65 años, ya que afectan a TODA la población. Estoy de acuerdo que más nos hacemos mayor, más controles para ver si somos aptos para conducir. Otro tema es la revisión cada 5 años. Un tema difícil ya que no todos los mayores envejecen igual, pero seguro es que a partir de una cierta edad el "deterioro de las facultades puede ser muy rápido...