El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido a nutrir con aproximadamente 20.000 millones de euros el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la conocida como 'hucha' de las pensiones, para que esta alcance los 45.000 millones de euros en el año 2030. Estos fondos procederán del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que este año ya ha permitido dotar a la hucha de las pensiones de 3.000 millones de euros adicionales.
El objetivo del Gobierno, según el presidente, es que esta cifra se sitúe en un promedio de 5.000 millones anuales. Ha sido en una conversación del presidente con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, donde Sánchez ha adelantado esta previsión que pretende alcanzar en caso de revalidar el actual Gobierno.
Este Mecanismo, que entró en vigor el 1 de enero de este año, consiste en una cotización adicional que en la actualidad es del 0,6 %, pero que subirá progresivamente hasta el 1,2 % en 2029, a un ritmo de una décima por año, siendo un punto porcentual a cargo de la empresa y los 0,2 puntos restantes a cargo del trabajador. Esta sobrecuota se mantendrá en el 1,2 % de 2030 a 2050 y podrá aumentar de manera automática si el gasto en pensiones sobrepasa el 15 % del PIB.
Los ingresos del MEI irán destinados a engordar el Fondo de Reserva de las pensiones, que según las estimaciones de Seguridad Social llegará a acumular hacia mediados de los 40 entre 120.000 y 130.000 millones de euros, el doble de lo que tuvo en 2011 (68.000 millones de euros), hasta ahora la cifra más alta.
Estos fondos se irán desembolsando entre principios de la década de 2030 y hasta los primeros años de 2050 para que el sistema afronte las tensiones financieras derivadas de las jubilaciones de los 'baby boomers'.
Otro de los puntos que Escrivá ha tocado durante su conversación con el presidente ha sido la reciente reforma del sistema de pensiones pactada con la Comisión Europea y también con los sindicatos. El objetivo principal de la reforma, tal como ha explicado el ministro, es garantizar la sostenibilidad del sistema en el presente y en las generaciones futuras y, además, garantizar el tercer desembolso de los Fondos Europeos en España. No ha dudo en mostrarse satisfecho con esta reforma Escrivá, que incluso ha dicho que no sólo ha sido Bruselas la que ha «bendecido» esta reforma del sistema.
El ministro desgranó los detalles de la misma recientemente en la Universidad de Georgetown, en Washington, porque dice que tiene elementos de gobernanza «muy modernos». Escrivá ha insistido en defender que la reforma garantiza el poder adquisitivo de los pensionistas. Por ejemplo, una persona que se jubile dentro de 20 años tendría ahora una jubilación un 30 % superior al antiguo sistema.
Sin salir de materia de pensiones, Escrivá ha hecho hincapié también en la gestión del déficit del sistema. El ministro ha apuntado que mientras que en el año 2017, cuando gobernaba el PP de Mariano Rajoy, el déficit se situaba en un 1,6 % del PIB; en 2023 este se ha situado en el 0,5% a pesar de la pandemia y la guerra en Ucrania.
Es más, el titular de Inclusión ha adelantado que con la información que dispone hasta mayo el déficit podría ser más bajo aún por un impulso de 1.500 millones de euros en la recaudación. El ministro ha remachado sus apreciaciones indicando que de no haber una inflación tan alta en 2022, ya existiría una situación de «equilibrio presupuestario» en las cuentas de la Seguridad Social.