Menorca recupera a 6.500 votantes que se quedaron en casa el 28-M

Las ganas de tomar parte en unas elecciones que se venían anunciando como decisivas para definir el futuro de España pudieron este domingo mucho más que los calores del verano. La Isla recuperó para la causa a casi 6.500 votantes que el pasado 28-M se quedaron en casa y la participación en el Senado se elevó casi hasta el 64 por ciento, lo que supone un aumento de nueve puntos en relación a las elecciones locales de hace dos meses y de 8,47 puntos en relación a las de noviembre de 2019, aunque cabe recordar que aquella fue una contienda electoral muy particular, una repetición forzada por la incapacidad de llegar a pactos que puso a prueba la paciencia y el hartazgo de los electores.

Los resultados de participación del 23-J devuelven a Menorca a la normalidad de la serie histórica después de la anomalía de la repetición de elecciones de 2019. En los comicios para elegir los diputados del Congreso, como es habitual, se registraron datos de participación superiores, del 64,23 por ciento. El nivel de participación no ha alcanzado los niveles de las elecciones de abril de 2019, pero son superiores, por ejemplo, a las del año 2016. Los temores que se habían generado por la celebración de las elecciones en pleno verano quedaron disipados.

Lo que sí provocó la celebración electoral en la época más calurosa del año es un cambio en los ritmos de votación. Mucha gente optó por avanzar el voto y a las 14 horas el incremento de la participación era casi doce puntos porcentuales superior a la de noviembre de 2019.

El incremento de la participación fue generalizado en todos los municipios. El mayor aumento se registró en Sant Lluís, aunque el pueblo que más participativo se mostró fue Ferreries, donde votaron el 70 por ciento de las personas con derecho a hacerlo. Por contra, y consolidando la tendencia de las últimas citas electorales, Ciutadella se volvió a erigir como el municipio con una mayor abstención.