La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha comparecido este martes para trasladar la decisión del Rey sobre la investidura tras finalizar la ronda de consultas con los siete grupos políticos presentes en la Cámara Baja (UPN, Coalición Canaria, el PNV, Sumar, Vox, PSOE y Partido Popular). Armengol, que se ha desplazado esta misma tarde a la Zarzuela para encontrarse con Felipe VI, ha comunicado que el Rey propone al candidato del PP Alberto Núñez Feijóo a la investidura para la presidencia del Gobierno.
En una breve intervención ante los medios de comunicación, Armengol ha emplazado a una nota de la Casa del Rey para conocer más detalles de la decisión de Felipe VI, que desde las cinco de la tarde ya tenía sobre la mesa las propuestas del presidente en funciones, Pedro Sánchez, y del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Ninguno de los dos contaba con los apoyos suficientes para ser investidos por mayoría absoluta. En la nota difundida por la Casa del Rey, Felipe VI explica que en todas las elecciones el Rey siempre ha propuesto al candidato del grupo que ha obtenido mayor número de escaños y que esta práctica «se ha convertido con el paso de los años en una costumbre»; una costumbre que «no decae» tras este último proceso electoral, al no constatarse tras la ronda de consultas la existencia de una mayoría suficiente.
Este mismo martes Sánchez comunicaba al Rey su disposición a «asumir la responsabilidad» de someterse al debate de investidura y de tratar de formar Gobierno, bajo el convencimiento de que cuenta con el «respaldo parlamentario» exigido para ser elegido presidente: el socialista parte de 152 escaños (PSOE y Sumar) y debe llegar a pactos para lograr mayoría. En rueda de prensa, lanzaba un último mensaje al líder del PP antes de conocer el veredicto del monarca: «Si el señor Feijóo, después del 23 de julio y del 17 de agosto, quiere por tercera vez darse de bruces con una realidad emanada de la voluntad popular, está en su derecho». Fueron «derrotados por las urnas» y «no han conseguido ni los votos ni los escaños necesarios», ha insistido antes de reconocer que el líder popular tiene atados 172 votos y que cuenta con ese techo, «pero parece evidente que nosotros tenemos un techo más alto del que pueda manifestar el señor Feijóo».
Unas horas más tarde, el presidente del PP informaba de su encuentro con Felipe VI y de que también se postulaba a la investidura. Decía Feijóo que con los avales que le dan haber sido el candidato más votado en las elecciones, contar con el apoyo de 172 diputados de cuatro partidos -que incluyen los votos de Vox, UPN y Coalición Canaria, pero que son insuficientes para formar gobierno-y porque en estas condiciones «es su deber».
Finalmente, Felipe VI se ha decantado por la fuerza con mayor número de escaños. Si Feijóo obtiene la confianza de la Cámara, será nombrado Presidente del Gobierno. De no lograrla, el Rey tramitará sucesivas propuestas para que el Congreso de los Diputados pueda decidir si otorga o no la confianza al candidato propuesto por Su Majestad el Rey. Y en ausencia del otorgamiento de esa confianza, Felipe VI procedería, en los términos previstos en el apartado 5 del artículo 99 de la Constitución, a la disolución de las Cámaras y a la convocatoria de nuevas elecciones generales con el refrendo de la Presidenta del Congreso de los Diputados.
AngelcaídoLe veo un poco tenso, relajese, el calor nos hace decir muchas tonterias. Solament dir-li que les risotades del senyor Puigdemont desde Belgica arriben a Espanya despres de lletgir tantes xorrades com es diuen darrerament, solAment dir-li que ja esta el seu partit, el PP, intentant doblegar la conciencia de alguns diputats socialistes per capgirar el seu vot a canvi de doblers, si si de doblers tal com sona. Ja ho va aconseguir en el Tamayazo, o sigui que es real, no ficció, xarrem de coses que han succeit, igual com ha succeit que el PP es una Mafia organitzada per robar doblers de l'estat, tal i com va dir un jutge. DespreS d'aquests antecedents pensar en el PP com a un partit net de sospites es simplement un exercici de igenuitat, que en politica es paga molt car.