La presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha cargado en el Senado contra el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, por pretender hacer «un mercadillo con el Estado de Derecho» y ha considerado que si la «indignidad» de la amnistía triunfa «pronto no habrá españoles». «Sánchez subasta España y las instituciones a cambio de unos meses o unos años más de poltrona», ha sostenido.
Así lo ha trasladado durante su intervención ante la Comisión General de Comunidades Autónomas, auspiciada por el PP en la Cámara Alta, donde ha calificado de «vergonzante» la ausencia del Gobierno en el debate. «Nadie en el banco azul. Nadie exponiendo al Senado las razones de la mayor traición que cabe hacerle a un país. Pedro Sánchez prometió que no habría amnistía antes de las elecciones y promete hoy amnistía para ganar siete votos pero no da la cara», ha censurado. Asimismo, ha criticado que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, haya acudido a la cita porque le convenía «en clave interna» y a ejercer de «portavoz del Grupo Socialista y de Sánchez», de cuyo primer socio de investidura ya se sabe «que firmaba órdenes de secuestro».
«España ya no tolera más indignidad. Pedro Sánchez pretende hacer un mercadillo con el Estado de Derecho, la separación de poderes, el respeto a la Corona y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el nombre de España en el mundo, la igualdad de todos ante la ley, nuestra dignidad y la verdad misma. Sánchez subasta España y las instituciones a cambio de unos meses o unos años más de poltrona. Quiere que España pida perdón a cambio de su investidura», ha espetado a continuación. Por ello, según ha expuesto, Sánchez necesita «silencio» para «negociar a escondidas, sin debate público, sin preguntas de periodistas, sin protestas en las calles, sin opiniones críticas en los medios de comunicación y, mucho menos, en las filas socialistas».
Para Ayuso, «a quien discrepa se le excluye y descalifica». Así, ha criticado que se diga que el expresidente José María Aznar es «un golpista», que el expresidente Felipe González «está mayor y es desleal», que Sociedad Civil Catalana sea «un fantasma político» y todo aquel que no cede sea «fascista». Considera que Sánchez hace «política de tierra quemada, de hechos consumados, sin posibilidad de marcha atrás» para que «cuando el pueblo español vaya a reaccionar, ya sea demasiado tarde». Pero, a pesar de todo, ha defendido que no les van «a callar» y dirán «claramente a los españoles» lo que significa la amnistía. «Se ha dicho que si esta felonía se consuma, habrá dos tipos de españoles pero es mucho peor: si esta indignidad triunfa, pronto no habrá españoles», ha sostenido la dirigente madrileña.
En este sentido, ha preguntado «cuánto dura una nación que se deja traicionar, que niega sus leyes, sus instituciones y a los que se jugaron la vida por ellas», «cuánto tardarán los amnistiados en repetir su traición» o «qué será del puesto de España en el mundo, de su prosperidad, de los derechos de todos los españoles». «¿Qué será lo siguiente? La independencia, la imposición de un régimen totalitario que niegue sus derechos constitucionales a los catalanes que no sean de los suyos, la reclamación de lo que llaman los países catalanes, la exigencia de trozos de Aragón, Valencia, Baleares y el sur de Francia. Nunca pararán porque viven del agravio y la mentira. Por cierto, todo pagado siempre con dinero de todos», ha espetado.
Ayuso ha denunciado que «con el 1,6% de los votos» el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont «ridiculiza a Sánchez» cuando es es «un fugado con un gobierno pantomima paralelo, que organiza votaciones para decidir si bloquean 'la investidura del jefe del Gobierno del Estado español'». «Piden amnistía los que no conceden a los demás ni la libertad de opinar diferente, ni los derechos más básicos, como poder estudiar también en español», ha criticado, al tiempo que ha sostenido que Sánchez es capaz de «convencer a Europol para que desvincule el terrorismo del independentismo», de «retorcer la Constitución para meter la amnistía con calzador», de «apartar a los jueces incómodos» o de «dejar la puerta abierta a un referéndum de independencia».
Ayuso ha hecho hincapié en que los socialista saben, como han dicho «mil veces antes», «que la amnistía no cabe ni en la Constitución ni en ningún sistema democrático» y ha censurado que ahora no sea así. Para la jefa del Ejecutivo madrileño, «solo les queda limar la redacción de la ley para que sea lo suficientemente confusa y ambigua para engañar a sus propios votantes» y que «estos no se avergüencen aún más de lo que han votado». «A ver cómo dicen en la exposición de motivos que el único motivo de la ley es conseguir los siete votos que necesitan para seguir en el poder. Dice un portavoz del PSOE que 'es bueno que las personas que se han situado fuera del sistema vuelvan a él'... Sí, siempre que se arrepientan y cumplan su castigo, pero aquí es el sistema el que se está pasando al lado de la traición y el crimen», ha espetado.
En este punto, ha reivindicado que «un estado pacífico no es un estado sumiso» y que «dejarse agredir no es trabajar por la convivencia». Y es que ha recordado que «ya tenían cauces democráticos» y ya podían «hacer política dentro de la legalidad» pero «se liaron a palos con la legalidad».
«Se ríen de nosotros. Y ya está bien. ¿Qué más tiene que pasar para que los socialistas de bien entiendan que España y la convivencia están en juego? ¿Dónde está García Page? Sus ciudadanos querrían que estuviese, y sospecho que una parte de él también. Algunos socialistas históricos se han quejado de que ya nadie defienda a su partido Pero mi pregunta para ellos y para todos los socialistas es: ¿queda alguien ahí que defienda a España?», ha lanzado. Para la líder del PP madrileño, «el PSOE, para traer la democracia y la Constitución renunció al marxismo» y, «ahora, para sentenciarlas y seguir en el poder, renuncia a España». «No hay amor a la patria, a ninguna, en el nacionalismo separatista. Solo hay resentimiento, hasta el extremo de poner en peligro la prosperidad y la convivencia en su propia tierra. Cataluña es de todos, lo mismo que Madrid, pero ninguna de las dos regiones, como ningún rincón de España es disponible», ha zanjado.