Rusia vetó este sábado en el Consejo de Seguridad de la ONU la resolución presentada por Estados Unidos para defender la integridad territorial de Ucrania y no reconocer el referéndum de Crimea.
El voto mostró el aislamiento de Rusia, que fue el único país que se pronunció en contra, mientras que el resto del Consejo votó a favor y China se abstuvo.
El embajador ruso, Vitaly Churkin, defendió que el proyecto de resolución iba en contra de la «igualdad de derechos» de los ciudadanos de Crimea y de su derecho a la «autodeterminación».
Churkin aseguró que Moscú defiende el «principio de la integridad territorial de los Estados», pero subrayó que el caso de Crimea cuenta con características extraordinarias.
Entre ellas destacó que la actual situación en la península deriva del «golpe de estado inconstitucional llevado a cabo por radicales» en Kiev y la amenaza que este supuso para la población de Crimea.
Además, recordó que la zona fue rusa hasta 1954 y que se cedió a Ucrania «violando las normas» de la Unión Soviética y «sin tener en cuenta la opinión de la población», lo que tampoco se hizo tras la desintegración de la URSS, cuando Crimea permaneció como territorio ucraniano.
Por todo ello, Churkin defendió «la legalidad del referéndum» previsto para mañana y aseguró que Rusia «respetará el deseo de la población de Crimea».
El texto vetado por Moscú fue planteado por Estados Unidos y respaldado por todos los miembros de la Unión Europea, Japón y Turquía, entre otros países.
En él, se declaraba que «el referéndum no puede tener validez y no puede servir de base para ninguna alteración del estatus de Crimea», dado que Ucrania «no lo ha autorizado».
Además, llamaba a la comunidad internacional a «no reconocer ninguna alteración del estatus de Crimea» y pedía evitar toda acción que «pueda ser interpretada» como tal.