Las autoridades aeronáuticas colombianas confirmaron este miércoles que el avión accidentado cerca del aeropuerto de Medellín que dejó 71 muertos, entre ellos buena parte de la plantilla del club de fútbol brasileño Chapecoense, «no tenía combustible» en el momento del impacto.
«Podemos afirmar claramente que la aeronave no tenía combustible en el momento del impacto, por lo tanto iniciamos un proceso de investigación para poder establecer el motivo», dijo en rueda de prensa el secretario de seguridad de la Aeronáutica Civil (Aerocivil) de Colombia, Fredy Bonilla.
El avión, de la compañía boliviana Lamia, se estrelló el lunes a solo 17 kilómetros de la cabecera de la pista del aeropuerto José María Córdova de Rionegro, que sirve a Medellín, lo que causó 71 fallecidos y dejó seis supervivientes entre sus 77 ocupantes.
Bonilla recordó que las normas internacionales establecen que una aeronave debe contar con el combustible suficiente para cubrir la ruta y tener una reserva adicional, además de contar con un aeropuerto alternativo para aterrizar en caso de necesidad.
Explicó que esta reserva le puede garantizar a la aeronave una autonomía de vuelo adicional de 30 minutos.
Igualmente dijo que las condiciones meteorológicas en Medellín eran «óptimas» para que el avión hiciera su aproximación y aterrizaje.
Mientras tanto, el director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia, Carlos Eduardo Valdés, dijo a periodistas que ya han sido identificados 59 cuerpos entre las víctimas mortales del accidente.
De esos 59 cuerpos, precisó, 52 son de nacionalidad brasileña, cinco bolivianos, un paraguayo y un venezolano.
«Las causas de la muerte en todos los casos se registró un trauma óseo y visceral severo propio de fenómeno de caída», dijo Valdés.