El número de muertos en los dos incendios que azotan el estado de California (EE.UU.) se eleva a 50, tras el hallazgo de seis nuevos cuerpos en el gigantesco fuego que quema desde el jueves el norte de ese estado, del que informaron las autoridades.
En una conferencia de prensa, el sheriff del condado de Butte, Kory Honea, informó de que ha pedido el apoyo de 100 reservistas de la Guardia Nacional para que ayuden en las tareas de localización de restos humanos, puesto que todavía hay personas desaparecidas.
Hasta el lunes, la cifra de desaparecidos que habían ofrecido las autoridades era de alrededor de 200, pero Honea dijo no poder dar un número actualizado (que no cuente a quienes han sido localizados en las últimas horas) a causa del enorme volumen de trabajo y lo caótico de la situación.
El «Camp Fire», que quema a unos 280 kilómetros al noreste de San Francisco y ha engullido por completo la localidad de Paradise (de 26.000 habitantes) ya es, con 48 fallecidos, el más mortífero de la historia del estado, además del más destructivo al haber arrasado 8.917 edificios.
Los otros dos muertos se produjeron en el otro gran fuego que quema en el sur del estado, cerca de Los Ángeles, y cuyos cuerpos fueron hallados calcinados en el vehículo en el que habían tratado de escapar de las llamas.
Paradise, la localidad que ha quedado completamente arrasada por el siniestro, se encuentra en la falda de la Sierra Nevada estadounidense, en un clima seco y soleado que en el último medio siglo ha atraído a muchos jubilados, lo que ha hecho que la población se triplicase en 50 años.
Medios de comunicación locales apuntaron que muchas de las personas que permanecen desaparecidas son gente mayor, algunas con movilidad reducida, lo que habría dificultado su evacuación.
El incendio se inició la mañana del jueves por causas que todavía se desconocen y desde entonces ha quemado 52.600 hectáreas de un terreno extremadamente seco (la Policía local indicó que hace más de 200 días que llovió por última vez en la zona).
Por el momento, los bomberos han logrado contenerlo en un 35 %.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha aprobado la solicitud de California para declarar los incendios un «desastre de especial gravedad», lo que ofrecerá a los afectados por los fuegos ayuda financiera del Gobierno federal para alojamiento, desempleo, gastos legales y tratamiento psicológico.
«Acabo de aprobar la solicitud de Desastre de Especial Gravedad para el estado de California. Quería responder rápido para aliviar un poco el increíble sufrimiento. Estoy con vosotros. Dios bendiga a todas las víctimas y familias afectadas», escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
Sólo unas horas antes, Trump desató la polémica al culpar a las autoridades californianas de una «absoluta mala gestión» por los incendios y amenazar con cancelar futuras ayudas federales.
Hasta ahora, el incendio más mortífero que jamás había registrado California fue el de Griffith Park en Los Ángeles en 1933, cuando murieron 29 personas.