La policía belga ha iniciado un expediente sancionador contra Cs por celebrar una manifestación no autorizada y alterar el orden público con el acto que protagonizó el pasado domingo la líder del partido en Cataluña, Inés Arrimadas, frente a la residencia del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont en Waterloo.
En concreto, el funcionario encargado del caso debe decidir ahora si actúa contra los organizadores por celebrar una manifestación sin autorización en la vía pública «con aglomeración para obstaculizar la circulación de vehículos o incomodar a los peatones».
También se les acusa de haber causado «escándalo, un domingo, sin necesidad legítima y perturbando la tranquilidad de los habitantes, ello a causa de un grupo electrógeno en funcionamiento».
Así lo ha comunicado el propio Ayuntamiento del municipio valón a través de un comunicado, en el que aclara que el expediente incluye siete infracciones, cinco de ellas por aparcamiento indebido de vehículos y las otras dos por manifestación no autorizada y por «escándalo» en la vía pública.
Desde el Ayuntamiento confirman el expediente, pero avisan de que por razones de confidencialidad no van a revelar la identidad de la o las personas expedientadas, ni del resultado de la investigación, que podría derivar en multas económicas.
Las sanciones previstas para el tipo de infracciones administrativas que se estudian, en cualquier caso, serían inferiores a la cifra de 7.000 euros que ha circulado en medios y redes sociales y que el Ayuntamiento ha desmentido.
Las autoridades de Waterloo describen el acto de Cs como una «pequeña manifestación» y explican que han iniciado el proceso sancionador porque, aunque «no hubo daños concretos ni se procedió al arresto de nadie», se trató de un evento para el que «no se concedió ninguna autorización municipal».
CS NIEGA LA MANIFESTACIÓN
Fuentes de la formación naranja consultadas advierten de que informaron previamente tanto al Ayuntamiento como a la Policía local de que habían convocado a la prensa y niegan que se tratara de una manifestación, por lo que subrayan que no requerían permiso específico para ello.
El partido tampoco ha sido notificado hasta el momento de ningún expediente ni sanción en relación a este evento, han añadido las fuentes.
El domingo, Arrimadas viajó hasta Waterloo acompañada por su grupo parlamentario y, tras una gran pancarta sobre la que se podía leer que «La República no existe, Puigdemont», hizo declaraciones a la prensa durante unos diez minutos y a continuación se marchó del lugar.
El acto se celebró en una gran explanada de césped cerrada al tráfico, situada frente a la vivienda de Puigdemont y otras viviendas unifamiliares.
Además de los aproximadamente 30 representantes de Cs, a la convocatoria acudieron una veintena de medios para cubrir el acto y cerca de una decena de curiosos, dos de ellos con banderas españolas.
Entretanto, la Policía local se desplazó hasta el lugar alertada por vecinos de la calle en la que se ubica la residencia de Puigdemont, que se quejaban de la convocatoria y del ruido que provocaba un generador instalado en la calle por los organizadores.
Los agentes tomaron fotografías del lugar y hablaron con vecinos y miembros del equipo organizador.