El Gobierno de Estados Unidos ha pedido este miércoles que el conocido narcotraficante mexicano Joaquín 'El Chapo' Guzmán reciba una sentencia de cadena perpetua más 30 años de cárcel.
La Fiscalía de Estados Unidos ha considerado que esa condena sería «el castigo justo» para el narcotraficante mexicano, algo que afirma que servirá como elemento «disuasorio» para otros líderes del narcotráfico que «creen que están por encima del alcance de la ley», según ha recogido el diario 'El Universal'.
Los abogados del Gobierno de la Unión Americana han presentado su propuesta una semana antes de que se lea la sentencia del mexicano el próximo 17 de julio.
«La naturaleza horrenda y las circunstancias del delito del acusado, su historial y características, y el hecho de que el acusado cometiera algunos de los más serios crímenes bajo ley federal justifican la sentencia de cadena perpetua», han señalado los fiscales en un documento.
«Una sentencia de vida está justificada para proteger la población de más del acusado, quien estuvo tres décadas cometiendo crímenes sin cesar y obstruyendo la justicia para evitar tomar responsabilidades por esos crímenes», han añadido los abogados del Gobierno estadounidense, que también han solicitado que se sumen 30 años más de cárcel a la condena por el uso de armas para llevar a cabo sus actividades de narcotráfico.
Las autoridades estadounidenses señalaron el viernes pasado que buscan una orden judicial que exija que el capo mexicano entregue 12.700 millones de dólares.
Guzmán, de 62 años, fue hallado culpable en febrero de 12 de los 10 cargos que se presentaron en su contra, después de que los jurados escucharan los testimonios de más de 50 testigos de la Fiscalía que ofrecieron una mirada sin precedentes al funcionamiento interno del Cártel de Sinaloa.
El mexicano se hizo reconocido en la década de 1980 al construir túneles a través de la frontera que le permitían mover cocaína desde México a Estados Unidos más rápido que cualquier otro. Pasó gran parte de su trayectoria prófugo, moviéndose de un escondite a otro en las montañas de Sinaloa, protegido por un ejército privado, y escapó dos veces de prisiones mexicanas de máxima seguridad.
Finalmente fue capturado en enero de 2016 y extraditado a Estados Unidos para enfrentarse a un juicio.