El grupo de viajes Thomas Cook, que ha entrado en suspensión de pagos este lunes, emplea a 22.000 personas -9.000 en el Reino Unido-.
La empresa no ha podido asegurar los 200 millones de libras (unos 227 millones de euros) que necesitaba como fondos extra para poder garantizar su supervivencia tras una jornada completa de reuniones cruciales mantenidas en Londres.
Así pues, esas 22.000 personas perderán sus puestos de trabajo. En Baleares, también hay una amplia representación, más de 1.000 personas.