Hu Weifeng, uno de los médicos chinos que se volvió negro por un tratamiento contra el coronavirus, ha fallecido esta semana como consecuencia de los daños ocasionadas por la enfermedad, según informa la agencia Afp.
El urólogo en el Hospital Central de Wuhan se ha convertido en la primera víctima mortal tras varias semanas sin fallecidos por coronavirus en China. Además, es el sexto médico del Hospital Central de Wuhan fallecido por el virus.
El caso de Hu Weifeng y su compañero Yi Fan sorprendió al mundo. Ambos se infectaron del virus y tuvieron que ser ingresados en la UCI, donde pasaron varias semanas en coma. Los dos médicos despertaron del coma con un color diferente de piel, mucho más oscuro de los normal.
Desde el primer momento se empezó a hablar de la cloroquina y de su derivado, la hidroxicloroquina, como posibles causantes de este extraño fenómeno. Y lo cierto es que hay estudios médicos que relacionan hidroxicloroquina con hiperpigmentación.
Otra posible explicación a las radicales alteraciones cutáneas de los dos médicos chinos sería un fallo en el funcionamiento del hígado ante la metabolización de los medicamentos usados para tratar la COVID-19.
No obstante, todas estas explicaciones alternativas no pasan de ser hipótesis, puesto que, aunque el equipo médico que trató a ambos pacientes ha apuntado a problemas hepáticos y hormonales, no ha trascendido qué fármacos se emplearon con ellos. Y ese es el elemento clave para entender un suceso tan extraordinario.