Italia comenzará este lunes en un hospital de Roma la experimentación en humanos de la vacuna contra el coronavirus creada y producida en este país. Miles de personas respondieron a la convocatoria de búsqueda de voluntarios -solo la semana pasada fueron 5.000- pero finalmente serán 90 los que sean sometidos a las pruebas en el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Lazzaro Spallanzani.
La vacuna, creada, producida y patentada por la empresa biotecnológica italiana ReiThera, con sede en Castel Romano, ya ha superado las pruebas preclínicas realizadas tanto in vitro como en animales.
Los primeros resultados han puesto de relieve una fuerte respuesta inmunitaria y un buen perfil de seguridad, informaron las autoridades de la región del Lazio, cuya capital es Roma, que ha financiado la vacuna con 5 millones de euros.
Los cinco primeros voluntarios son hombres, de entre 31 y 46 años, que han superado los exámenes médicos preliminares y han probado su idoneidad. Se les inyectará la vacuna y si no se observan efectos adversos significativos pasarán al siguiente grupo de voluntarios, que recibirá una dosis mayor. La segunda ronda debería tener lugar entre el 7 y el 9 de septiembre.
En general, los 90 voluntarios elegidos se dividen en dos grupos de edad: 45 entre 18 y 55 años y el mismo número entre 65 y 85 años. Cada grupo se dividirá en tres subgrupos de 15 personas, cada una de las cuales recibirá una dosis diferente de vacuna.
Durante la «fase 1» a cada uno de los voluntarios se le inyectará una dosis de vacuna, y posteriormente cada paciente será sometido a siete controles, los dos primeros días después de la vacunación, el último a las 24 semanas. Muchos voluntarios son médicos, detalle que ha despertado sentimientos de gran aprobación en las autoridades sanitarias.
Si los resultados de esta fase son positivos, la «fase 2» podría comenzar ya en otoño con un mayor número de voluntarios, tanto en Italia como en otros países.