La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado este martes que el regreso a los confinamientos que se plantean ya algunos países de Europa ante el aumento de casos de COVID-19 debe ser el «último recurso» en la actual lucha contra la pandemia.
«Grandes restricciones de movimiento que mantienen a mucha gente en casa y limitan la posibilidad de muchos para trabajar y socializar debe ser el último recurso a la hora de prevenir la COVID-19 y evitar que los sistemas sanitarios se saturen», ha señalado el portavoz de la OMS Tarik Jasarevic en rueda de prensa.
La fuente oficial ha añadido que este tipo de medidas «no son sostenibles, dado el gran impacto social y económico».
Jasarevic ha insistido en que «no se trata de elegir entre dejar el virus libre o cerrar nuestras sociedades», y recalcó que hay más herramientas para combatir la pandemia que incluyen la higiene de manos, el distanciamiento físico, el uso de mascarillas, y por parte de las redes sanitarias el rastreo de casos y contactos.
El portavoz afirmó que las medidas de contención del coronavirus han de depender siempre de los informes de riesgo locales, y subrayó que los confinamientos a nivel nacional «no pueden ser la medida de control por defecto».
También admitió que «algunos países se han visto obligados a dictar órdenes para que sus ciudadanos se queden en casa para gestionar rápidos aumentos en los casos de COVID-19 y las hospitalizaciones» y así ganar tiempo para mejorar la capacidad de respuesta de sus sistemas sanitarios.