Rusia anunció este viernes que expulsará a diez diplomáticos estadounidenses y adoptará una serie de sanciones en respuesta a una decisión similar adoptada la víspera por Estados Unidos a causa del ciberespionaje ruso y la injerencia en Ucrania.
El presidente ruso, Vladímir Putin, «ha aprobado estas medidas en respuesta a los actos absolutamente inamistosos y gratuitos anunciados por Washington contra Rusia, nuestros ciudadanos, personas físicas y jurídicas, y nuestro sistema financiero», declaró Serguéi Lavrov, el ministro de Exteriores ruso, en una rueda de prensa.
Lavrov adelantó que en breve se publicará una «lista negra» que incluirá a ocho funcionarios estadounidenses que ejercen funciones de responsabilidad en instituciones gubernamentales de EEUU, que el jueves sancionó, por su parte, a altos funcionarios rusos.
Moscú también limitará y cesará las actividades de fundaciones y organizaciones no gubernamentales de ese país que interfieren «abiertamente» en los asuntos internos de Rusia. Además, las autoridades rusas iniciarán el proceso de denuncia del acuerdo que regula la movilidad de los diplomáticos en el país al que han sido destinados con el fin de restringir sus desplazamientos lejos de Moscú.
Lavrov advirtió de que en caso de que prosiga el actual «intercambio de cortesías», Moscú pedirá a Washington que reduzca el número de sus diplomáticos en territorio ruso de los actuales 450 a 300, en paridad con la presencia rusa en EEUU. Explicó que Rusia se reservará para un futuro «medidas dolorosas» para el mundo de los negocios estadounidense.
En cuanto al resto de medidas y la identidad de los altos funcionarios estadounidenses sancionados, adelantó que se conocerán hoy viernes.
También precisó que el Kremlin «recomendó» al embajador de EEUU, John Sullivan, que regrese a su país para consultas con sus superiores.
Este jueves, Estados Unidos impuso sanciones a Rusia por su presunta interferencia en las elecciones presidenciales de 2020 y su supuesto papel en el ciberataque masivo de SolarWinds, además de imponer castigos relacionados con las acciones rusas en Ucrania y Afganistán.
El Gobierno del presidente Joe Biden anunció además la expulsión de Estados Unidos de diez miembros de la misión diplomática rusa en Washington, incluidos integrantes de los servicios de Inteligencia.
Además, la Casa Blanca acusó formalmente al Servicio de Espionaje Exterior de Rusia (SVR) de haber «perpetrado» el ciberataque masivo que comenzó presuntamente en 2019 y penetró en los sistemas del Gobierno estadounidense y grandes compañías mediante un programa de la empresa SolarWinds.
En total, las nuevas sanciones de Washington afectan a 6 compañías rusas por sus actividades de ciberespionaje, a 32 organizaciones y personas rusas por injerencia electoral, y a 8 individuos y entidades por la ocupación rusa de la península ucraniana de Crimea.