Creciente malestar en Ucrania ante el incremento de las maniobras militares de Rusia y Bielorrusia cada vez más cerca de su territorio. En las últimas horas el Gobierno de Kiev ha acusado a Moscú de «bloquear» el mar Negro, el mar de Azov y el estrecho de Kerch «con el pretexto» de unas maniobras navales que, según el Kremlin, cumplen con todas las obligaciones internacionales en materia de Derecho marítimo. Las Fuerzas Armadas rusas han movilizado 140 embarcaciones, más de 60 aeronaves y 10.000 efectivos para unos ejercicios que comenzaron en enero y que Moscú circunscribe a aguas adyacentes a Rusia.
Las cosas no quedarán en este punto ya que en los próximos días están previstos ensayos con disparos cerca de Crimea, la península ucraniana que Rusia se anexionó en 2014, creando un severo conflicto diplomático y militar que se antoja lejano a hallar una solución. Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko, ha asegurado que las maniobras se extienden por un territorio «sin precedentes» y «prácticamente» imposibilita la navegación en el mar Negro y el mar de Azov. Esto «conlleva consecuencias económicas para la región y, en particular, para las puertos ucranianos».
«Trabajamos estrechamente con los aliados para garantizar que acciones tan agresivas por parte de Rusia (...) reciben una respuesta apropiada», ha advertido el portavoz. Por su parte el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha salido al paso de las críticas señalando que «todas las maniobras y despliegues de buques Rusia en el mar Negro se realizan en estricto cumplimiento del Derecho marítimo internacional». Acto seguido, ha negado en declaraciones a los medios que haya bloqueo alguno, según la agencia de noticias TASS.
Rusia ha anunciado en estas últimas semanas maniobras militares en varios escenarios, algunos de ello cercanos a Ucrania. Kiev se ha quejado también de los ejercicios conjuntos con Bielorrusia, que aumentan el temor sobre los preparativos para una supuesta invasión. Según el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se trata de medidas de «presión psicológica». «No vemos nada nuevo en esto», ha dicho, para acto seguido apuntar que los «riesgos» están presentes desde el inicio de la guerra en 2014 y que lo único que cambia ahora es el alcance de dichos riesgos y «cómo se reacciona» a ellos.
Zelenski, que ha recibido a una delegación de empresarios europeos, ha subrayado que «Ucrania está haciendo todo lo posible para reforzar sus capacidades defensivas», hasta el punto de que considera que dispone de suficientes efectivos y armamento para que el país pueda defender «con dignidad» sin recurrir a apoyos al margen de las Fuerzas Armadas. El mandatario ucraniano ha agradecido el apoyo de los gobiernos «amigos», en particular de la Unión Europea y de Estados Unidos, según una nota difundida por su oficina. Hace pocos días el gobierno ucraniano recibió en su capital el apoyo expreso del Gobierno de España a través del jefe de la diplomacia.