El Reino Unido congelará los activos de los principales bancos rusos, incluido el estatal VTB; legislará para impedir a las empresas rusas acceder a financiación, y vetará a la aerolínea Aeroflot como parte del «mayor y más severo paquete de sanciones que Rusia haya visto jamás», afirmó el primer ministro, Boris Johnson. En una declaración hecha este jueves en la Cámara de los Comunes, el líder conservador anunció que también se limitarán los depósitos de ciudadanos rusos en bancos británicos y se restringirán las exportaciones, al tiempo que no se descarta en un futuro excluir a Moscú del sistema de pago Swift.
En coordinación con Estados Unidos, el Gobierno británico planea tramitar legislación en los próximos días que le permita «excluir totalmente a los bancos rusos del sistema financiero del Reino Unido, que por supuesto es, con mucho, el más grande de Europa» y les impida «acceder a la libra esterlina y liquidar pagos». Las nuevas competencias también posibilitarán «prohibir que las empresas estatales y privadas rusas recauden fondos en el Reino Unido», de modo que no puedan cotizar o recibir préstamos.
Johnson adelantó que las sanciones se aplicarán asimismo a Bielorrusia «por su papel en el asalto a Ucrania» ordenado este jueves por el presidente ruso, Vladímir Putin. Junto con las medidas punitivas ya anunciadas el pasado martes, el Reino Unido congelará los activos de «más de cien nuevas entidades y personas», lo que incluye a los principales fabricantes y empresarios que «apoyan la maquinaria de guerra de Putin». El Gobierno de Londres, que también colabora con la Unión Europea, prohibirá la exportación de «una variedad de equipos y componentes tecnológicos clave y de alta gama en sectores que incluyen la electrónica, las telecomunicaciones y la industria aeroespacial», dijo Johnson.
«Estas sanciones comerciales limitarán las capacidades tecnológicas e industriales militares de Rusia en los próximos años», mantuvo. El dirigente 'tory' anunció que se establecerá una nueva Célula de Cleptocracia en la Agencia Nacional del Crimen para hacer frente a «la evasión de sanciones y los activos rusos corruptos ocultos en el Reino Unido». En su intervención ante los diputados, Johnson acusó a Putin de ser «un agresor manchado de sangre, que cree en la conquista imperial».
«Quedará condenado a los ojos del mundo y de la historia: nunca podrá limpiar la sangre de Ucrania de sus manos», afirmó, para señalar que seguramente el líder ruso «siempre estuvo decidido a atacar a su vecino», al margen de las gestiones diplomáticas.