La negociación de un alto el fuego en Ucrania en la frontera ucraniano-bielorrusa ha comenzado este lunes, en el quinto día del ataque lanzado por Vladímir Putin. Parecía que ambos países no alcanzarían un acuerdo sobre dónde celebrar el encuentro, después de que el presidente ucranio descartara por activa y por pasiva el ofrecimiento de que fuera Bielorrusia. Todo en mitad de una nueva amenaza por parte del presidente ruso, quien ordenó este domingo poner en un «régimen especial de servicio» a las fuerzas de disuasión estratégica del país en respuesta a «los agresivos comentarios formulados por los líderes de la OTAN». Las fuerzas de disuasión están especializadas en el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero de gran alcance, y responsables del control habitual de armas nucleares y convencionales.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peksov, no quiso comentar en su rueda de prensa telefónica diaria la expectativa de un acuerdo en la cita, y urgió a todos a dejar que los negociadores trabajen sin ruido desde el exterior. «En realidad, sugiero que esperemos a las conversaciones. Prefiero no anunciar ninguna exigencia (nuestra). Las negociaciones deben llevarse a cabo en silencio», dijo. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, instó horas antes en un videomensaje -en el que se dirigió a los soldados rusos- a abandonar Ucrania y deponer las armas.
Este domingo ambos países anunciaron que negociarán en Bielorrusia, un firme aliado de Moscú. Ucrania ha informado que lo hará sin condiciones en el puesto de control Aleksandrovka-Vilcha, en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, y que Minsk respondería por la seguridad de la delegación ucraniana.
El presidente de Ucrania explicó que aceptó ese encuentro «para que más tarde ni un solo ciudadano de Ucrania tenga la menor duda de que yo, como presidente, no traté de detener la guerra, cuando había una pequeña, pero aún así una oportunidad». Previamente, Kiev rechazó reunirse con la delegación rusa en Minsk por su implicación en la guerra contra Ucrania. «Si no hubiera acciones agresivas desde su territorio, podríamos hablar en Minsk, pero ahora decimos no a Minsk. Otras ciudades pueden ser sede (de negociaciones)», explicó Zelenski su decisión.
Mientras en Europa, los ministros de Exteriores se reunirán este lunes para abordar la situación en Ucrania por la invasión de Rusia, tal y como ha señalado la titular española de dicha cartera en España, Margarita Robles. Robles ha precisado, en declaraciones recogidas por Europa Press, que el «objeto fundamental» de la cita es «coordinar todas las aportaciones que los distintos países de la UE pueden hacer para ayudar a Ucrania». «La UE en su conjunto va a trabajar coordinadamente para llevar ayuda a Ucrania», ha insistido la ministra.
La Unión Europa destinará 450 millones de euros a financiar el envío de armas letales y munición a Ucrania para ayudar a la población a defenderse de la invasión dirigida por Rusia, un apoyo que sumará a otros 50 millones para material no letal como por ejemplo combustible o material médico.
El suministro de armamento y equipo militar por parte de la Unión Europea (UE) a Ucrania desestabilizará aun más la situación y tendrá «consecuencias peligrosas», advirtió el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. «El envío de armamento, equipos militares al territorio de Ucrania, desde nuestro punto de vista, puede ser y será un factor extraordinariamente peligroso y desestabilizador, que en ningún caso contribuirá a la estabilidad de Ucrania ni a restablecer el orden», dijo Peskov en su rueda de prensa telefónica diaria. Y agregó que a largo plazo, este paso de la UE puede tener «consecuencias mucho más graves».