El dirigente opositor Alexei Navalni, que cumple condena en prisión, ha llamado este miércoles a la ciudadanía rusa a manifestarse para expresar su descontento contra la ofensiva militar ordenada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sobre Ucrania. «Putin no es Rusia», ha dicho Navalni, que ha defendido que su país es «una nación de paz», como han tratado de demostrar en los últimos días miles de personas que se han concentrado en algunas de las principales ciudades, a sabiendas de que el Ministerio del Interior había prohibido estas protestas.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos denunció el martes que unas 6.400 personas habían sido detenidas desde el jueves, fecha en la que Putin ordenó la invasión, en su mayoría de forma arbitraria. «No podemos esperar más. Allá donde estés, sea en Rusia, Bielorrusia o en otro lugar del planeta, ve a la plaza principal de tu ciudad todos los días y a las 14.00 horas los fines de semana y festivos», ha publicado Navalni en su cuenta de Twitter, gestionada por su equipo. En este sentido, espera que Rusia no termine convirtiéndose en «una nación de gente asustada y en silencio», víctima de un «zar loco» que incluso ha agitado temores del siglo XX.
«Estamos viendo amenazas reales de iniciar una guerra nuclear», ha señalado el opositor. Para Navalni, salir a las calles es «luchar por la paz», por lo que se ha mostrado «orgulloso» de quienes han sido detenidos en los últimos días por su valentía. Cada detenido, ha añadido, «debe ser remplazado por dos (manifestantes) nuevos». Navalni permanece recluido desde hace más de un año, cuando regresó a Moscú tras recuperarse en Alemania de un envenenamiento sufrido en agosto de 2020 y que, según el dirigente opositor, fue obra del Kremlin. La Justicia rusa ordenó su ingreso en prisión para cumplir una condena por fraude de 2014.