A pesar del oscurantismo con que el Kremlin trata todas las informaciones de la guerra de Ucrania que no le son favorables, algunas fuentes independientes dejan pinceladas que permiten conformarse una idea más aproximada de lo que sucede sobre el terreno. Mientras en las últimas horas fue objeto de actualidad la cifra de soldados rusos muertos desde el inicio de la invasión del país vecino, ahora conocemos más detalles sobre sus procedencias.
Una figura internacional de fiabilidad contrastada como Kamil Galeev, investigador y periodista residente en Moscú, ha realizado un trabajo de campo de identificación de los soldados rusos muertos y heridos en la contienda. A la luz de sus resultados, la mayoría de los militares heridos en tratamiento en un hospital ya en territorio ruso cuentan con procedencias étnicas minoritarias. «El factor de las minorías en el ejército ruso se subestima enormemente cuando se habla del curso de la guerra en Ucrania (...) A juzgar por las listas de bajas, las minorías están sobrerrepresentadas en los campos de batalla como carne de cañón», afirma Galeev en un hilo de Twitter que ha obtenido un gran impacto entre los usuarios interesados por la guerra en Europa.
A pesar también de no contar con datos agregados para todo el ejército ruso «podemos hacernos una idea de quién lucha en Ucrania a partir de esta lista de soldados rusos heridos que permanecen ingresados en el hospital de Rostov. Más de la mitad son claramente daguestaníes. Magomed (la versión local de Muhammad) es el nombre más común en la lista de heridos. Tiene todo el sentido. Como puede verse, casi todas las regiones rusas con alta fertilidad son repúblicas étnicas u okrugs autónomos étnicos. Los nativos caucásicos y siberianos se reproducen más, proporcionando una gran cantidad de varones reclutables. Además, en su mayoría son pobres, por lo que pueden ser atraídos fácilmente hacia el ejército», analiza el experto.
Afirma que esta máxima se traslada tanto a nivel local como estatal, aunque existen diferencias de proporción de cada grupo étnico y de escalafón social a medida que cambiamos de territorio ruso. En base al estudio de un antropólogo local sobre la región del Óblast de Astracán se concluye que allí existen muchos grupos étnicos –existen una docena de idiomas oficiales– ordenados en una jerarquía racial compleja, dominada por la etnia rusa (67,6 %) y un 14,8 % de origen kazajo.
La capital de Astracán es la principal base naval de la Flotilla del Caspio de la Armada rusa, y esta región ha confirmado oficialmente siete muertes en Ucrania, según afirma Galeev. De ellos seis tienen un origen kazajo y tan solo uno ruso, un dato relevante pues «siendo solo el 14 % de la población, los kazajos dan el 85 % de bajas». Este hallazgo, según el especialista, da la medida de la proporción étnica que componen las filas del ejército ruso en Ucrania, al cual por si fuera poco apoyan las milicias chechenas –según Galeev Chechenia se ha convertido en una realidad diferente a los feudos de otras etnias rusas, pues recibe un trato «más bien de reino vasallo de Putin»– que atacan al grito de Allahu Akbar, a las que podrían unírsele un número indeterminado de voluntarios sirios.
En todo caso, para el experto las minorías étnicas de la Federación rusa saldrán perdiendo de la invasión de Ucrania a cargo de Putin, sea cual sea el escenario resultante. «Desde el punto de vista de las minorías, la invasión Z parece el peor acuerdo comercial en la historia de los acuerdos comerciales. Soportarán una factura de guerra desproporcionada y sufrirán un gran número de bajas. Si la invasión Z tiene éxito, obtendrán una asimilación forzada y perderán su autonomía». «La invasión Z es en gran medida el etnonacionalismo ruso enloquecido» considera Galeev, quien pronostica que si se permite que Putin triunfe en Ucrania, las minorías rusas podrían ser el próximo objetivo a asimilar.
Punto de vista
Los nadies
«¿Por qué ellos? Bueno, la respuesta es obvia. En Astracán, los kazajos ocupan un lugar bajo en la jerarquía racial. Se trata en su mayoría de población rural pobre, sin educación y sin perspectivas reales de movilidad social. Están encerrados en la parte inferior de la escala social y, por lo general, son menospreciados por otras etnias (...) El ejército ruso es el ejército de los pobres y las minorías. Eso no puede ser de otra manera» escribe el periodista ruso responsable de este análisis, que sorprende más si cabe a partir del componente patriótico y ultranacionalista que explica la decisión de Putin de invadir Ucrania sin perjuicio de que aquí se repita una verdad universal: en las guerras siempre mueren primero 'los nadies'.