El Ejército ruso ha pedido este domingo a las tropas ucranianas en la asediada ciudad de Mariúpol que se rindan y depongan las armas a partir de las 6:00 horas en Moscú (5.00 horas en España), asegurando que de este modo se les perdonará la vida. «Las Fuerzas Armadas rusas ofrecen a los militantes de los batallones nacionalistas y mercenarios extranjeros bloqueados en Mariúpol que pongan fin a las hostilidades y depongan las armas a partir de las 06:00 horas de Moscú del domingo 17 de abril, se les perdonará la vida», ha asegurado el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
En cambio, las fuerzas ucranianas que no depongan las armas «probaran su destino», tal y como ha asegurado la Defensa rusa en el comunicado, instando a los militares ucranianos a que tomen «la única decisión correcta de cesar las hostilidades», dondequiera que sus «manipuladores» les obliguen a luchar «por las ideas del nazismo». Para la «implementación práctica» de la rendición de las tropas ucranianas, las Fuerzas Armadas de Rusia han propuesto establecer un canal de comunicación continua entre ambas partes desde las 5.00 horas de Moscú (4.00 horas en España), para declarar media hora más tarde un alto el fuego, garantizando de todas formas una «estricta observación». «El inicio real del alto el fuego a las 06:00 (hora de Moscú) se indica mediante el levantamiento de banderas por parte de ambos lados: roja en el lado ruso y blanca en el lado ucraniano en todo el perímetro. Además, el hecho de que las partes están listas para introducir el alto el fuego deberá haber sido confirmado a través de todos los canales de comunicación», ha detallado el Ministerio de Defensa ruso. Tras la confirmación de la disposición en los canales de comunicación previamente establecidos, desde las 6 de la mañana hasta la 1 de la tarde, todas las unidades ucranianas podrían retirarse de la zona «sin armas ni municiones», según ha asegurado la Defensa rusa.
El motivo de este ofrecimiento de alto el fuego, según ha explicado en el escrito el jefe de la Defensa Nacional de Rusia, Mikhail Mizintsev, se debe a que las tropas rusas habrían interceptado el contenido de las comunicaciones por radio ucranianas, que estarían en una «situación desesperada, prácticamente sin comida ni agua». Según la información rusa, todos los combatientes ucranianos que quedan en la ciudad se han refugiado en el interior de su fábrica de fundición de acero, conocida como acería Azovstal. El jefe de la Defensa Nacional ha asegurado que cumplirá «todas las normas» de la Convención de Ginebra para el tratamiento de los prisioneros de guerra si los militares ucranianos deponen las armas.