El Gobierno ucraniano ha anunciado el comienzo de una nueva ofensiva rusa contra la acería de Azovstal, uno de los últimos bastiones defensivos de la asediada ciudad de Mariúpol, próxima al puerto de la localidad que ya está bajo control ruso, según el Kremlin. «El enemigo está intentando acabar con la última resistencia de la ciudad», ha declarado el asesor presidencial Oleksei Arestovich en un mensaje de vídeo recogido por la agencia ucraniana UNN. De momento no se tiene información del intento de evacuación programado para este mediodía por las autoridades ucranianas más allá de un comunicado emitido por las fuerzas separatistas prorrusas de Donetsk, que participan en el asedio, y que aseguran que la operación ha sido suspendida por culpa de los «nacionalistas ucranianos», según la nota recogida por la agencia TASS.
El presidente ruso, Vladimir Putin rescindió el jueves una orden para atacar la acería para evitar un elevado número de pérdidas entre sus efectivos, según los analistas consultados por DPA. La ciudad lleva asediada prácticamente desde el principio de la invasión, el 24 de febrero, y las autoridades de Kiev denuncian que al menos 20.000 personas han muerto desde entonces, de las cuales la mitad han sido enterradas en fosas comunes. Unos 120.000 civiles permanecen en la ciudad sitiada, de acuerdo con las estimaciones del Gobierno de Ucrania.
Asimismo, el Estado mayor ucraniano ha confirmado una nueva ofensiva rusa a lo largo de todo el frente de la región del Donbás, en el este del país, donde se encuentran las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk. Los combates se están concentrando en la ciudad de Sievierodonetsk (Lugansk), así como en Rubizhne, Popasna y Marinka, según un mensaje publicado en su cuenta de Telegram.