Bill Gates, fundador de Microsoft, ha publicado su nuevo libro, Cómo evitar la próxima pandemia, un trabajo en el que reflexiona sobre todo lo ocurrido por la COVID-19 y en el que asegura que «no es necesario que pasemos otra vez por lo mismo». Publicado por Plaza y Janés, en este trabajo Gates expone cómo aunque el mundo ha reaccionado a esta enfermedad de forma más rápida y eficaz que frente a cualquier otra en la historia, «no se ha tomado en serio la labor de prepararse para evitar futuras pandemias». Pero para el estadounidense la buena noticia es que si se siguen una serie de recomendaciones el mundo no tendrá que volver a vivir un episodio tan dramático.
Unas pautas que describe gracias al trabajo de investigación que la Fundación Gates ha llevado a cabo durante la pandemia de la COVID-19 tras una inversión de más de dos mil millones de dólares en investigación de vacunas y tratamientos contra esta enfermedad. «Creo que la COVID-19 puede ser la última pandemia. Sé que es difícil de creer cuando todavía estamos intentando controlarla. Durante los dos últimos años el mundo entero se ha enfrentado a multitud de dificultades y no es fácil sentirse optimista ante la miseria que tanta gente ha experimentado», expone.
Asimismo, en este nuevo libro sienta las bases para que gobiernos, científicos, empresas y ciudadanos creen un sistema que acabe con la amenaza de otra pandemia. Y para ello en cada capítulo señala uno de los pasos que se deben dar para estar preparados. En este sentido, Gates propone algunos de los puntos de su plan de prevención de pandemias: que los gobiernos de todo el mundo se pongan a trabajar en la creación de un grupo de expertos a nivel global que se ocupe de ayudar al mundo a prevenir pandemias y que éste cuente con presupuesto anual suficiente financiado por los países ricos, de unos mil millones de dólares. También propone «no menospreciar los tratamientos» porque, según explica el fundador de Microsoft, no es casualidad que muchas herramientas utilizadas contra la covid-19 «hundan sus raíces en la salud global».
El autor propone seguir el ejemplo de Noruega y Suecia, que destinan al menos el 0,7% de su PIB en ayudar a los países de rentas bajas y medias. «Invertir en salud y en el desarrollo de países de rentas bajas es bueno para el mundo entero: todos se sentirán más seguros y a salvo», apunta el autor. En el epílogo del libro, al margen de la propuesta del plan de prevención de pandemias, Gates subraya el importante papel que ha tenido la crisis del coronavirus para impulsar la digitalización del trabajo y cómo nos ha llevado a una situación que era impensable antes de la pandemia.