El gigante turístico TUI cancelará seis vuelos cada día hasta finales de junio, lo que afectará a unos 34.000 pasajeros según estimaciones de la propia compañía, para tratar de frenar el caos en los aeropuertos británicos en origen, que también se ha percibido en los de destino como el de Palma en unos días donde la afluencia de viajes familiares ha sido destacada en Reino Unido por ser un periodo vacacional.
El movimiento de TUI se produce justo después de que el ministro británico de Transporte, Grant Shapps, acusara a aerolíneas y touroperadores de vender más billetes y paquetes turísticos en relación a su capacidad para operar estos viajes en la última semana donde la situación en algunos aeropuertos del Reino Unido se volvió angustiosa por las cancelaciones de vuelos. El propio ministro recalcó la angustia de los viajeros y la suya propia al ver su expresión en el momento de conocer que «sus vacaciones estaban canceladas o sus planes en peligro».
Varias compañías aéreas, entre ellas la de vuelos baratos easyJet y el mencionado operador turístico TUI, suspendieron numerosos vuelos esta semana, un periodo con gran afluencia en el tráfico aéreo. Asimismo, el gobierno británico prevé reunirse con representantes de los aeropuertos, aerolíneas y el personal que gestiona la llegada de las maletas a tierra para conocer bien qué ha pasado y saber «cómo planean poner fin a las actuales cancelaciones y retrasos».
Los expertos en materia aeronáutica vinculan estos problemas a los miles de puestos de trabajo que las compañías aéreas recortaron durante la crisis de la pandemia, unas medidas que ahora tienen un fuerte impacto al verse incrementada la demanda de vuelos. «A pesar de las advertencias del Gobierno, los operadores vendieron más vuelos y vacaciones en relación a su capacidad para hacerlos operar. Esto no puede volver a pasar y todos los esfuerzos deberían estar dirigidos para que no se repita esto durante el verano», puntualizó el titular de Transporte.
Al igual que easyJet, TUI, que ofrece paquetes de vacaciones, también canceló vuelos en algunos casos en el último momento y cuando los pasajeros estaban a punto de embarcar, según han relatado personas afectadas por las medidas. En los aeropuertos británicos de Manchester y Bristol se formaron largas colas, debido en parte a la falta de personal para atender los controles de seguridad previos al embarque.